Capitulo IV

1206 Palabras
—¿Por qué dices eso? Sería una forma de obtener dinero, Timothe acaba de decirlo, ganare una recompensa por ello. —No deseo que intervengas en eso y es mi última palabra, Patricio. Como si ese hecho la molestara se retiró a su habitación sin siquiera despedirse de Timothe. —No comprendo. ¿Porque ponerse de esa manera? ¿Acaso conocerá al señor De Von? —No lo creo, solo admira el lugar donde vivimos, como crees que mi tía pueda conocer alguien como ese sujeto que supongo debe ser una magnate en el país. —Pues sí, es muy adinerado, pero volviendo al tema que me hizo venir, que me dirás ¿Aceptas ayudarme? Hoy me invente una excusa para no ir a la cita, pero de seguir posponiendo perderemos la alianza que propone la nueva directora. Lo que me proponía era un plan descabellado, sin embargo, siendo esa persona amable para mí me proponía ayudarle a pesar de la opinión de mi tía. —De acuerdo, pero deberás indicarme todo, si pretendo ser tu debo hacerlo bien. —Por supuesto. ********************************** Ante la aceptación de Patricio, Timothe explicaba con detalle el asunto de la alianza, asimismo las pautas que debía seguir al asistir al lugar en conjunto con su asistente, la cual siendo enteramente de su confianza estaba al tanto y ayudaría en todo lo necesario. *********************************** —Me preocupa que tu asistente nos delate sobre esto. —Tranquilo, Courtney es de mi confianza, diría que en todo momento me ha ayudado. Si llegas a envolatarte solo indícaselo y ella te guiara. —Entendido, ¿Alguna otra cosa? —Sí, a mediodía ambos vendremos para tu cambio de ropa. —Me parece lo apropiado ya que no tengo vestimenta apropiada, diría que lo que uso no estaría a la altura—con esa respuesta mi vista se perdía, aun recordaba a esa chica que había salvado de las garras de Snipe, la misma que me había cautivado desde que llego al restaurant. —Hey, ¿Que te sucede? Te noto extraño. —Pues… no sé si decírtelo, es algo tonto. —No lo creo y conociéndote al parecer es una chica. —No lo negare, es eso, pero… ella es diferente de una manera inexplicable. —¿Porque lo dices? ¿No me dirás que debido a ella surgieron las magulladuras que traes? ¿La defendiste de un novio violento? —No Timothe, peor que eso, la defendí de un rufián del que dependía mi trabajo. —No puede ser ¿Qué paso? porque no me comentas, vamos, como en los viejos tiempos. Pensado si sería correcto accedí en relatar lo ocurrido, hecho que según su percepción era interesante. —Como de costumbre eres un suertudo, yo aún no tengo suerte con las chicas. —Aun asi no te emociones, ella ni siquiera sabe quién soy y por lo sucedido en el parking no creo volver a verla. —Eso no lo sabes Patricio, me despido por esta noche, es tarde y debo volver a casa. Nos veremos mañana antes de acudir a la cita. —De acuerdo, gracias por pensar en mí, aunque no lo creas esto me servirá, quizás deje de sentirme como un estorbo ante el resto. —No repitas eso Patricio, no lo eres, solo que no has tenido la suerte necesaria, es todo. Con esas palabras nos despedimos, conllevando de esa forma a que posteriormente dispusiera dormir. No sabría con detalle como saldría esa jornada que tendría por ello me propuse descansar por esa noche. Fey. Minutos antes de disponerme a ir a la cama y de haber cargado la batería del móvil recibía un mensaje de Britney, en el me indicaba la hora y el lugar de la reunión que nuevamente se había pautado para la alianza con la otra compañía aérea. Teniendo presente esto, de nuevo estaba nerviosa por esa negociación, a pesar de haberla revisado meticulosamente temía que no fuese una buena idea para la empresa. Alentándome de que todo iría bien, de nuevo recordaba a ese joven del que desconocía su nombre. “¿Porque lo recuerdo? Agradezco que haya aparecido, pero no comprendo porque recodarlo nuevamente” El haber sido estricta para los estudios y el hecho de tener un régimen con mi seguridad me hacía ser una chica aislada del resto. A tal punto que Brad era mi único prometido en mi corta vida. No podía deducir que se experimenta en una cita romántica ya que siempre pospongo las que Brad propone, no obstante, de alguna manera quisiera experimentarlas, solo que sin él. No diría que me desagrada, pero no encuentro semejanzas en nuestra manera de ser. A la mañana siguiente tal como mi madre lo había indicado la noche anterior, la seguridad estaba afuera para escoltarme en todo el trayecto, asimismo para la jornada que tendría. Aunque me parecía exagerado no me quedo de otra que acceder, mi madre de nuevo estaría fuera del país y no deseaba preocuparla. Debido a que me considero una directora novata, Brillian se encargaba de instruirme, siendo el vicepresidente a cargo pese a mi inseguridad por la propuesta que plantearía a la otra compañía aérea se dedicó a revisar con detalle cada propuesta contemplada, brindándome de esa manera la tranquilidad que necesito para hacer la negociación. Patricio. Mientras Fey se ocupaba de sus labores que aún le eran guiadas para no tener inconvenientes pese a su inexperiencia en el rol que se le designo, Patricio se encontraba a la espera de su amigo Timothe, en ello su tía aparecía, admirándolo con extrañeza. —Creí que estarías durmiendo ya que no tienes trabajo. —Si lo olvidaste tengo algo que hacer. —Si es a lo que Timothe vino ayer por la noche más te vale que lo olvides, no quiero que hagas tal cosa. —Tía, no se trata de un fraude para que actúes asi, solo lo suplantare, lo ayudare como en los viejos tiempos. —Sabes que esto que harás no es como en los viejos tiempos, además, esa empresa no merece que esa alianza se forje. —¿Porque lo dices de ese modo? Desde ayer por la noche estas extraña, primero con ese comentario que proferiste y ahora esto. —Son asuntos que no debes saber Patricio y por tu bien será mejor que nada con respecto a ese negocio se enlace a ti. —Pues lo siento tía, lo hare y ya que no dirás nada para entender tu punto lo omitiré. —Patricio, te he cuidado y tenido a mi cargo, por primera vez escúchame, esto… —No tía, por primera vez hare un trabajo fácil sin tener problemas legales o que deba preocuparte asi que desiste de eso, no sé qué pensaras, pero solo será una negociación que hare bajo el nombre de mi amigo, luego no sabré nada más del asunto. —¿Cómo estas tan seguro? —Lo estoy porque nada me hará querer volver a suplantarlo. Con esa respuesta mi amigo aparecía, saludándonos a la distancia para luego señalarme que abordara el auto. —Debo irme, más tarde nos veremos—tras un beso que plante en su frente me dispuse a abordar el vehículo…
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