Alessandro
Ver a Mía es ese pequeño pijama hizo que mi cuerpo reaccionara. Durante todo el viaje no he podido dejar de observarla, es una mujer que me trae loco y odio eso, se supone que debo odiarla, hacerle pagar todo el daño que ha causado y aún así, como un idiota voy y me encapricho con ella. En varias ocasiones he llamado a Agatha para que me ayude a olvidar y desquitar mis ganas de Mía, pero no ha funcionado, el tocar a Agatha, el besarla, ¡Maldita sea! Nada se compara a Mia, sus labios, su tersa piel, aún recuerdo como movía sus caderas estando sobre mí, como correspondía a mis besos, creo que esa es una de las razones por la cual la quiero en mi cama, porque me correspondió de la misma forma.
Cambio mi vista de su cuerpo hacia la ventanilla del avión, no quiero parecer un pubert
