Dan abrió la puerta de la mansión de Marlon. Miró atrás, hacia el lugar donde había tantos hombres vestidos de n***o que parecía más una convención de algún evento. La enorme represa que solía estar en funcionamiento estaba apagada, solo había un silencio sombrío que parecía consumir las paredes. Mayer apareció una vez, Dan entró en la mansión. —Zyrian ¿Dónde está ese tipo? Mayer señaló con un rostro cansado hacia las escaleras. Dan subió escalón por escalón. A cada paso se hacía más claro el sonido de las máquinas. Todas las puertas estaban cerradas, solo una puerta estaba abierta. Dan entró en ella moviendo su mano frente a su rostro. Había tantas feromonas acumuladas que parecían polvo en el aire. “Esto no a de ser saludable” —¿Z? ¿Qué haces? La cama en la cual estaba Ma

