Cuando Zyrian entró en aquella habitación, quedó asombrado, a pesar de que Zyrian no era alguien fácil de tomar a la ligera, realmente le asombró lo que había en la habitación. Dan estaba recostado en la cama, parecía estar dormido, pero sostenía su pecho con fuerza y se revolcaba en la cama de un lado al otro temblando con desespero. —¡Guardias! Ante el llamado, los guardias corrieron hacia dentro de la habitación. —Llamen a Fhoyer ahora mismo. Uno de los guardias acató la orden del príncipe, los demás miraron el desastre. Levantaron a Dan de la cama, dos mucamas entraron seguido y limpiaron todo el desastre. Dan fue recostado en una cama limpia, a pesar de eso, no parecía estar mejorando, más bien cada parte del cuerpo de Dan se retorcía de dolor. Zyrian lo miró desde su luga

