Lorenzo
No podía creer, estaba muerto de los celos al escucharla hablar, la besé, no pude contenerme, mi polla iba creciendo y como no, si sus besos eran lo mejor que había sentido en mucho tiempo.
No pude evitar más, no sabía cómo descifrar, era ira, deseo, amor, la lleve hasta el sofá donde la bese como un maldito loco, bueno eso fue hasta que sus ojos cargados de Lujuria me pidieron que me despejara de todo, no lo dude, eran ya varias noches mojando mis sábanas pensando en ella.
Sus manos recorrieron mi pecho mientras me ayudaba a quitar aquella camisa mojada, mis manos fueron más veloces, me quite absolutamente todo, incluso vi como sus ojos viajaron directo a mi polla, no evite sonreír, se que ella también me desea, me puse nuevamente encima de ella, hasta cuando su dulce voz me pi
