Era de mañana y el sol estaba a todo su esplendor, por primera vez en mucho tiempo en Londres. Había pasado por mucho ayer, fue una ráfaga de diferentes tipos de sentimientos. Demian me hizo sentir realmente acongojada y preocupada por él, pero supongo que él también sintió lo mismo al verme en la situación de peligro con el taxista. Mis sentimientos por Demian habían cambiado, después de sentir sus labios contra los míos. Así que a las nueve de la mañana me vestí y bajé a desayunar. Llegue casi corriendo al comedor, ya que Toby suele perseguirme como loco cuando me ve, pero cuando llegue al lugar, no había rastros de Demian ni de Laura. Solo estaban las sirvientas, haciendo sus deberes. Al verme, todas dejaron de hacer lo que estaban haciendo para saludarme. -Buenos días, señorita Volko

