Roma
Han pasado semanas desde que les conté todo a mis amigos y a mis padres. Mi prima Lily se hajia ido, pero estaba decidida a volver una vez arreglara todo en Londres, mi tía cada día me odiaba más. Mis días se reducían a trabajar , dormir, llorar y comer de vez en cuando. Estaba segura que iba a ser todo mas rápido, que todo iba a seguir su curso, pero Andrés no se daba por vencido y eso me lastimaba aun más, él no lo entiende, y no quiero que Lucía lo sepa porque se que lo golpeari, y no quiero preocupara los chicos, en realidad casi no habló con ellos. Estaba pensando en realizar ese viaje que la empresa me había propuesto, es vital para mi salir de allí y comenzar a sanar de una maldita
Estaba armando mi maleta, iría de "intercambio" a casa Central de todos los hoteles, esta se encontraba en Rusia, allí hace muuucho frío, mejor dicho demasiado frío, tal vez el frío congelaria mis sentimientos. Lo peor de todo es que Andrés había aceptado ir, obviamente despues de que se enterase que viajaría, lo único que pude hacer fue ignorarlo, por momentos no sabía que me enamoró, o me pregunto si realmente estaba enamorada o simplemente estaba cegada por las ganas de tener una familia y un esposo, maldito pensamiento retrogrado.
Llegamos a Rusia un viernes y nos recibió una nevada infernal, a penas se podía caminar por las calles, en el aeropuerto esperaban los vehículos de la empresa, Andrés estaba demasiado intenso y eso me fastidiaba, dicen que la ignorancia mata al hombre, pero este parece ser inmortal, porque cuanto mas lo ignoraba mas detrás de mi estaba.
El hotel Antonov era muy hermoso, es mucho mas antiguo y mucho mas lujoso que el de Buenos Aires, había Gerentes y Contadores de varios lugares de Sudamérica, nos comentaron que el curso que nos darían a los contadores era para optimizar gastos, pagos y todo lo referido a nuestro trabajo, además de formar vínculos entre colegas. Eso era lo que mas valoraba de la los Antonov. En el bar encontré a varios colegas y nos pusimos de hablar de todo, a la distancia podía ver a Andrés mirándome, estaba que echaba humo, yo estaba entre medio de dos hombres muy guapos, uno era de Colombia y se llama Faber y otro era de Brasil y se llamaba Joao. Me estaba divirtiendo como hacia mucho no lo hacia, ellos junto a Melisa , quien era Gerente y compañera de Joao organizamos una salida todos juntos, seria una semana movida. Me había enterado que el presidente de los Hoteles seria otro en poco tiempo, el que tomara el control sería su hijo, solo se sabía que estaba comprometido con una modelo Rusa y que era muy reservado. Solo esperaba que tubiese los mismos valores de su padre.
El lunes bajamos al sum del hotel, allí nos darían la bienvenida y nos dirían el itinerario. Estábamos hablando mientras organizaban y probaban el micrófono, me había sentado en primera fila, ya que mis nuevos amigos me habían guardado un lugar, eso a Andrés no le gusto, pero estaba harta de él y de sus actitudes, no dejaría me que me arruinara nada mas, ni mi vida, ni mi viaje ni dejaría que me afectara, ya no más.
De un momento a otro entró un hombre, mejor dicho un modelo, de pelo n***o bien peinado, ojos verdes, tez blanca y un tamaño que no paso desapercibido, me di cuenta que todos estaban como yo, con la boca abierta. Me golpee mentalmente, cómo podía estar babeando por un hombre que no conocía y mucho menos después de lo que me había pasado. Él comenzó a hablar con un acento Ruso muy marcado, a penas e podía entender lo que decía, era el hijo del Alexander Antonov, ósea que ese hombresote seria nuestro nuevo jefe, se llamaba Vladimir Antonov, en un momento de su discurso hizo contacto visual conmigo y fue muy raro, no se como explicarlo, porque nunca me había pasado, pero tuve que obligarme a mirar mis manos para que no volviera a pasar.
La semana transcurrió entre charlas, almuerzos, mas charlas y luego la cena de despedida, a Vladimir no lo volví a ver, pero me costaba mucho no pensar o recordar su mirada, estaba segura que todo lo sucedido con Andrés me afectó más de la cuenta. El ultimo día organizamo para salir a un bar/disco con todo el grupo, obvio algunos no quisieron, pero Joao, Melisa ,Faber y yo íbamos a ir a pasarla bien. Estaba vestida con un vestido n***o ajustado, botas altas y llevaba en la mano mi bolso y un saco, como todo esta super calefaccionado con ese vestido estaría bien. Iba a entrar al ascensor cuando mis ojos vieron unos zapatos brillosos, levante la mirada y lo vi otra vez, llevaba un traje azul obscuro, su cabello bien peinado, estaba hablando en Ruso, no era una experta en el idioma, pero sabia que aprender de forma independiente me ayudaría en la empresa.
- Alessia no iré ... has lo que quieras - dijo en Ruso, estaba hablando con su prometida, por lo que supe así se llamaba ella. Me hice la tonta y entre al ascensor, su perfume era embriagador, seguro era carísimo - Hola...
Me tense, me estaba hablando a mi, tenía una voz muy varonil , lentamente gire mi rostro - Hola- no pude decir mas que eso y hacer una mueca parecida a una sonrisa.
- Soy Vladimir Antonov - extendió su mano, dudosa extendí la mía y sentí la calidez de nuestras manos y una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo, porque Andrés nunca me provoco esa sensación ,esto no estaba bien.
- Ho..hola Soy Roma Petersen - dije y quite mano rápidamente.
- ¿Saldrán? - ¿Porqué me hablaba? ¿Porqué simplemente no me ignoraba?
- Si, queremos despedirnos ya que no sabemos cuando nos volveremos a ver - en ese momento la puerta se abrió, habíamos llegado a la planta baja, antes de salir el se gira y me dice.
- Yo sé que nosotros nos veremos muy pronto - me quedé dura, no entendía nada, solo podía pensar en que el tenía novia, es más,estaba comprometido y estaba coqueteando conmigo, después de eso ya no lo vería igual, era un mujeriego igual que Andrés y no necesito más problemas amorosos en mi vida. Vladimir out de mi mente!