—Fantástico —consiguió decir Marlon, a pesar de haber perdido la voz por la emoción—. Fantástico... —repitió—. Ahora veamos si ha podido grabar algo.
Lanzó la aplicación de reproducción de imágenes. La carpeta estaba íntegra, presentaba fotos y películas que Marlon había hecho antes. Pero al final de la lista, el fichero más reciente, era un vídeo nuevo.
Un vídeo nuevo.
Su icono mostraba los primeros fotogramas, y era de color verde oscuro.
Marlon lo tocó y el vídeo comenzó a reproducirse instantáneamente.
En la pequeña pantalla del teléfono parecían moverse manchas de color gris oscuro sobre un fondo verde oscurísimo. Dos segundos después del comienzo pasó una mancha de color azul oscuro, casi imperceptible, y luego otras manchas grises. El vídeo duraba cinco segundos.
Se miraron, p
