Capítulo 2:

1965 Palabras
Elijath, sintio el verdadero terror. —Bien, sigo derecho y estaré cerca de las montañas.—Miro el mapa y suspiro, miró hacia atrás e intento llenarme de valor. Quisiera volverme loba, pero si lo hago mamá se molestará conmigo por dañar la ropa otra vez. Pero ya me he alejado mucho y no hay rastros de ese tonto. Además de que se está haciendo bastante tarde. Sigo mi camino mirando el mapa y eso fue un completo error, mis pies se enredan y cierro mis ojos sintiendo el golpe. —Ay .—No llores Aura, si lloras y mis hermanos se enteran se burlaran, no llores. Me limpio las manos y abro mis ojos al no ver el mapa por ningún lado. —No, no, no .—Me levanto rápidamente buscándolo, pero no lo encuentro por ningún lado—Esto tiene que ser una broma, diosa, no, mamá tenía razón contigo .—Mi mentón tiembla y siento mis ojos llenarse de lágrimas. ¿En qué estaba pensando? Solo soy una niña. Pegó un brinco cuando escuchó algo moverse un poco lejos. —¿Hay alguien ahí? — Me abrazo a mi misma, fue una mala idea idea este tonto plan, solo porque ese tonto lobo no me quiere. Debería darme por vencida. Mi corazón empieza a latir de prisa cuando escucho alguien correr hacia donde me encuentro y sin darme cuenta empieza a correr intentando alejarme, con mi corazón latiendo como loco y mi respiración acelerada me detengo abruptamente cuando un enorme lago se alza ante mí. ¿Dónde estoy? Miró hacia ambos lados, dándome cuenta que jamás he estado en esta parte del bosque. —Me perdí .—Limpio mis mejillas cuando las lágrimas empiezan a rodar —Mamá, papá.—Me siento en el suelo cubriendo mis rostro con mis piernas. Los pasos acelerados se escuchan, me volteó rápidamente cuando los siento detrás de mí. Me van a comer. Limpio mis mejillas asustada y cuando abro mis ojos, unos enormes ojos negros me miran con enojo. Párpado veías veces y le doy una sonrisa. —No cabe duda que eres hija de Janelle.—Gruñe mirándome. Limpio mis mejillas y mis ojos para luego acercarme, pero él se aleja. —¿Me tienes miedo? ¿Le tienes miedo a una pequeña niña? —Junto mis cejas cuando él suspira. —No te tengo miedo, no a ti, pero si a lo que.—Se calla y suspira —Nada, vamos debemos volver antes de que anochezca .—Muerdo mis labios sin moverme. Si pudiera volver lo habría hecho, porque él miedo era más grande. —No creo que eso se pueda.—Él me voltea a mirar, junto mis manos y le doy una sonrisa. Bufa y empieza a caminar y yo lo sigo lo más rápido que puedo. —Oye, puedes caminar más lento, soy una niña y por si no lo sabías mucho más baja que tú.—Escucho perfectamente cómo chasquea su lengua y disminuye un poco, me coloco a su lado, pero él brinca alejándose de mí, me cruzo de brazos y lo miró —¿Por qué te alejas? Con Alana y las demás no lo haces ¿Por qué conmigo si? — —Solo calla y camina, tú voz es irritante.—Aprieto las tiras de mi bolso —Ya entiendo porque tus hermanos te dicen pequeño demonio y la reencarnación del mal— —No soy nada de eso — —No lo soy — —Si lo eres — —Que no — —Que si — —No — —Si — —Tu…. Eres un lobo tonto — —Mira como me duele .—Aprieto mis dientes mirándolo mal —Se una buena niña y cállate ¿Quieres? — —Bien, solo porque le prometí a mamá y papá que lo haría .—Solo por eso tonto lobo, porque le prometí a mamá que haría que me dijeras—Hemos estado caminando en círculos— —¿No dijiste que te callarías? —Le sonrió y muevo mi dedo como si estuviera haciendo un cierre. Seguimos caminando y ruedo mis ojos. En serio que es un lobo tonto, papá tenía razón, aún no se ha dado cuenta. —Estamos caminando en círculos y para ti información no bote la llave del candado, por eso estoy hablando.—Le saco la lengua y él suspira. Me ofende que suspiré tanto. —¿Por qué será? —Me voltea a mirar—¿Qué hiciste? — —Nada, lo prometo .—Cruzo los dedos de mis pies y le doy la sonrisa más angelical que puedo hacer, Elijath achica sus ojos, se voltea y empieza a caminar, yo lo sigo riéndome, llegamos al lado y se sienta en el suelo. Miró hacia atrás. No sabía que el polvo que la bruja me dió realmente nos serviría para caminar en círculos, claro esto solo dura veinticuatro horas. Observo como se acuesta y camino hasta pararme frente a él, me agacho y pincho su mejilla, observo como tensa su mandíbula. —Si sigues haciendo te saldrán arrugas y tan viejo no estás .—Abre sus ojos. ¿Por qué son tan bonitos? Siento que en ellos puedo mirar la galaxia entera. —Tienes unos lindos ojos — Él rueda sus ojos y lleva su brazo tapándose los. —¿Sabías que soy la mejor de mi clase?—Me siento bien y cruzo mis piernas, es la primera vez que me deja estar tan cerca de él, creo que se canso de alejarse de mí sin éxito—Bueno, deberías saberlo, eres el mejor amigo de mi papá, estoy segura que mi papá me presume— —Como no tienes idea — —Lo sé, soy la princesa de mi papá. ¿Sabías que las estrellas no tienen fin? Una vez las intenté contar, pero solo llegué hasta mil, no pude seguir porque me quedé dormida ¿Sabías que las vacas duermen paradas? ¿Sabías que un lobo normal tiene una sola pareja para toda la eternidad como nosotros? ¿Sabías que mientras aquí es de noche en otro lugar puede ser de día? — —Callate — —De acuerdo.—Muevo mis dedos —¿Por qué las estrellas son infinitas? ¿Por qué las vacas duermen paradas? ¿Por qué un lobo normal tiene una sola pareja? ¿Por — —Callate .—Me río al ver cómo una vena de su frente se hincha de enojo—Niña, haz silencio por favor .—Sonrio internamente. Cuando estoy por hablar nuevamente él se levanta de golpe, mirando hacia el cielo. —Camina — —¿Eh? Espera .—Tomo rápidamente el bolso y lo sigo, miró hacia el cielo observando como se empieza a tornar más gris y el aire se vuelve más fuerte. Miró su espalda y lo sigo en silencio. Vale, está vez sí le haré caso, se ve bastante enojado aunque se que no importa cuán enojado esté, puedo molestarlo todo lo que pueda. Me quedo de pie observando como se adentra a una cueva. —Entra .—Me mira. —¿Eh? No creo ¿Sabes cuantas cosas pueden haber allí? Culebras, murciélagos, arañas. Ya te dije que no me gustan las culebras ni los murciélagos. Lo odio— Pegó un brinco cuando un trueno resuena por todo el bosque. —Actuas como una niña — —Soy una niña .—Me cruzo de brazos. —Bueno, como quieras — —¿Que? —Este tonto lobo. Se adentra dejandome sola, miró por encima de mi hombro cuando escucho a un búho. —Tampoco me gustan los búhos .—Pego un brinco cuando siento la primera gota de agua y me adentro corriendo. Sigo su olor tenue, mis ojos rápidamente se adaptan a la oscuridad dejándome ver perfectamente. Siento que seré comida por un lobo feroz como en el cuento que mamá me contó una vez al dormir: Caperucita roja. Tuve pesadillas por un largo rato. Diosa. Brinco y corro hacia la sombra de Elijath, me pegó a él rápidamente. —Suéltame .—Niego aferrándome con fuerza de su brazo. —No, no, aquí hay murciélagos, arañas, culebras — —Diosa dame paciencia — Lo siento solo un poco y él se empieza a mover por todo el lugar, toma unas ramas y yo le extiendo una caja de fósforos, él me mira achicando sus ojos, le sonrió tiernamente y hace una mueca. —Cierra tus ojos .—Me encojo de hombros y así lo hago, escucho como desabrocha su pantalón y saca su camisa—Ya lo puedes abrir— Abro mis ojos dando con unos ojos oscuros y un pelaje igual. Vaya, su parte animal es hermosa. Mis manos pican por querer tocarlo. Nunca había conocido un lobo tan hermoso como él. Sacando del grupo a mi familia, porque él, su lobo, él es hermoso. Siento mis mejillas arder y me siento de golpe. No me gusta que mi corazón late como loco. Tal vez me voy a enfermar, cuando regrese debo decirle a mamá que me lleve al hospital. Se acerca un poco a mi y se acuesta en el suelo, y antes de cerrar sus ojos me mira. —Si quieres puedes cambiar a tu parte animal, en las noches aquí hace mucho frío — Él cierra sus ojos, me alejo un poco escondiéndome detrás de una roca, me saco mi ropa doblándola perfectamente, tal y como mamá me enseñó. Cierro mis ojos y al abrir estoy en cuatro patas, lamo mi mate derecha que tiene una mancha negra, tomó mi bolso y lo tiró a mi lado. Observó como Elijath hace una mueca y arruga su hocico. Me acuesto un poco cerca de él y cierro mis ojos. No creo que el plan haya salido tan mal después de todo. Pero no tengo sueño, abro mis ojos y lo volteó a ver. —¿Sabías que las luciérnagas casi están extintas? Oye —Le hablo en su mente. —¿Que quieres? ¿Por qué no te callas y duermes ya? La noche será demasiado larga para mí— — ¿Puedo hacerte una pregunta?—Hace una mueca y se mueve metiendo su cabeza debajo de sus patas—¿Cómo vienen al mundo los bebés? — Me asiento cuando se levanta de golpe y me mira. —¿Qué?— Él siendo un lobo frío, por primera vez le veo una emoción, miedo ¿Pero por qué tiene miedo? —Como vienen al mundo los bebés ¿Lo sabes? — —Una cigüeña ¿Tal vez? ¿Por qué preguntas eso? Tu mamá y papá te darán una mejor respuesta — Gruñe —Quiero una hermana y estoy pensando pedirle a mi tío Axel que le ordene a mis padres tener una hermana. Él es el alfa puede hacerlo, pero debo saber como vienen al mundo. Tia Sasha le dijo a Clara y Cleir que la diosa luna en la noche de luna llena, hace descender del cielo una bebé lobo ¿Es eso cierto? — —Si — —No te escuchas muy convencido — —Calla y duérmete, diosa alguna ¿Por qué me haces esto? Cuando vuelva debo hablar con él ingrato de tu padre — —Le voy a decir a mi papá que le dijiste ingrato — —¡Diosa luna!— Bufa y se tira en el suelo. Bostezó y cierro mis ojos. —Creo que me voy a dormir, descansa, lobo feroz— Siento como se mueve y sonrió. Debo pedirle a la diosa luna un hermanito.
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