En poco tiempo, Mary llego a la casa de Anna y María, y después de una breve espera, las dos salieron de su casa y se montaron en el auto de Mary.
María era una mujer similar a Anna, su cabello y color de piel eran iguales y sus rasgos faciales eran bastante similares entre si, aunque tenían obvias diferencias.
Anna era la amiga mas antigua de Mary, y se conocían desde hace mucho tiempo, y al ser una relación tan larga, obviamente Mary ya había conocido a toda la familia de Anna, incluyendo a su hermana María, la cual se termino integrando al grupo.
Una vez que Anna y María se montaron en el auto, Mary empezó a conducir al centro comercial en el cual planeaban pasar el dia, y mientas estaban allí, María no pudo evitar interrogar a Mary con respecto a Donald.
“¿Como crees que es? ¿Es agradable, frio o cómico?”, pregunto María, mientras se asomaba desde los asiento traseros.
“Es agradable María, ¿Anna no te contó como era él ya?”
“Si, pero cada quien tiene su punto de vista, cuando escuche que era gringo me sorprendió mucho, digo ¿Que hace un gringo aquí? ¿No se supone que la gente inmigra a Estados Unidos? ¿Por que él que ya estaba allí se vino para aca?”
“Tendría sus razones María, podrás preguntarle cuando lleguemos”.
“Acelera entonces, ya quiero verlo”.
“Por cierto, Sarah, Isabel y mama nos van a encontrar allí ¿Verdad?”, pregunto Anna.
“¿Mama? ¿Hablas de Esperanza?”,pregunto Mary.
“Obviamente tonta, ¿De quien mas?”
“Ellas dijeron que nos verían en la entrada junto con Donald, y no empieces a llamarla así cuando llegues, no quiero que se peleen tan temprano”.
“Ah, ya veremos, depende de si no tengo nada mejor que hacer”.
El grupo de Mary, después de un breve recorrido, finalmente llego al centro comercial en el cual pasarían el dia de hoy, después de estacionar su auto, el grupo de cuatro de Mary camino hacia la entrada del centro comercial, ese lugar era donde se encontrarían con el resto de su grupo.
Cuando estuvieron cerca, el grupo de Mary logro ver a sus otras amigas, Esperanza, Isabel y Sarah, las cuales las estaban esperando mientras hablaban entre si.
Isabel y Sarah tenían la misma edad que Mary, de hecho, en todo el grupo de Mary las únicas que no tenían la misma edad eran Esperanza y María, siendo ellas las mayores del grupo.
Sarah era un mujer de piel blanca con el cabello de color castaño rojizo, y sus rasgos faciales era atractivos, Isabel era al igual que Esperanza, una mujer de piel morena con el cabello n***o, y al igual que Esperanza tenia un cuerpo bastante curvilíneo con rasgos faciales algo atractivos, aunque no demasiados.
Mary las había conocido a las dos en sus tiempos en la secundaria y su amistad había durado hasta el dia de hoy, cuando el grupo de Mary las vio, todas ellas las saludaron mientras caminaban en su dirección y mientras hacían esto, Mary se dio cuenta de que faltaba alguien.
Ese alguien era Donald.
“Por fin llegan”, dijo Isabel, cuando el grupo de Mary llego frente a ella.
“¿Donde esta el gringo? Aquí solo veo a las mismas de siempre”,dijo María.
“¿Así es como saludas a tus amigas?”, pregunto Sarah.
“Si, y mas cuando recién te vimos esta mañana”, respondió María.
“Es cierto, ya estamos cansadas de ver tu cara”, dijo Anna.
“¡Eso lo debería decir yo!”, dijo Sarah.
“¿Tú? Por Dios, ¿Como podrías cansarte de ver esta carita todos los días?”, dijo Anna, mientras se pellizcaba las mejillas.
“¿Donde esta Donald, Esperanza?”, pregunto Mary.
“Lo llame y dijo que venia en camino ¿Lo esperamos?”
“Obvio, la razón por la que vine es para conocer al gringo”, dijo Isabel.
“Cambien yo”, dijo Maria.
“Y yo”, dijo Sarah.
“Bien, quedémonos aquí y esperemos”, dijo Mary.
“Por cierto Mary ¿Ya le has hablado a Miguel sobre Donald?”,pregunto Esperanza.
“No otra vez”, pensó Mary, mientras suspiraba en su mente.
El tiempo paso y para sorpresa de las amigas de Mary, Donald llevaba ya media hora retrasado, Mary termino llamando a Donald para poder comprobar que pasaba, y este simplemente le dijo que ya estaba por llegar.
Pero a pesar de esto, Donald no apareció sino después de que pasaron otros quince minutos, y cuando por fin llego, las amigas de Mary... y ella misma, no pudieron evitar cargar contra él.
Habían esperado 45 minutos hasta que al gringo por fin le dio la gana de llegar, eso obviamente las molesto.
“¡¿Donde diablos estabas?! ¡Hemos estado aquí casi una hora maldita sea!”,grito Anna, mientra ella y el resto de su grupo rodeaban a Donald.
“Anna, baja la voz, estas llamando mucho la atención”, dijo Donald, quien parecía algo asustado al haber sido rodeado por el grupo de Mary.
“¡Me importa un carajo eso! ¡Mas te vale que tengas una buena excusa! ¡Yo soy la que llega tarde y hago esperar a la gente! ¡No al revés!, grito Anna, quien no pareció importarle la sinvergüenzura que había en sus palabras.
“No es mi culpa, estaba trabajando y no pude salir sino hasta muy tarde, como soy inmigrante mis jefes me están sobreexplotando y no pude salir hasta armar un alboroto con ellos”, dijo Donald.
“¿Un alboroto?”, murmuro Mary.
“Si, mi turno debió haber acabado hace tiempo pero ellos querían que continuara... y sin pagarme horas extras, tuve que armar un alboroto para que me dejaran salir”.
“Ya... veo”, murmuro Mary, mientras intercambiaba unas miradas con sus amigas.
Mary y sus amigas habían olvidado que Donald era un inmigrante reciente aquí en España, ninguna de ellas sabia que tan duro era ser un inmigrante en un país extranjero, pero habían leído muchas noticias acerca de inmigrantes que terminaban siendo sobreexplotados en sus trabajos y que tenían sueldos pobres.
Ademas de lo anterior, también habían escuchado sobre jefes sobreexplotadores que hacían trabajar de mas a sus empleados y sin pagarles alguna compensación, y si ellos presentaban alguna queja, los amenazaban con que los despedirían, y debido a que no podían perder sus trabajos, muchos inmigrantes terminaban siendo sobreexplotados, trabajando mucho mas tiempo del que deberían y por un salario pequeño y exiguo, no pudiendo hacer nada debido a que los jefes los amenazaban con despedirlos si no trabajaban bajo sus condiciones injustas.
Por lo visto el caso de Donald no era diferente a esos casos de los cuales el grupo de Mary había escuchado.
Cuando el grupo de Mary pensó en la difícil situación que podría tener Donald al ser un inmigrante en un país extranjero, el enojo que sentían se fue casi de inmediato, ya que no podían culpar a Donald por llegar tarde teniendo en cuenta sus circunstancias.
“Bien, mejor olvidémonos de esto y entremos, ya estamos tarde, no perdamos el dia”, dijo Esperanza, quien trato de cambiar el tema.
“Entremos de una vez, ya hemos estado una hora aquí afuera y quiero ver que cosas nuevas han llegado a las tiendas”, dijo Anna, quien de inmediato se giro y empezó a caminar para entrar al centro comercial, siendo seguida por el resto poco después.