Ray no recordaba nada con claridad, había bebido mucho y en sus sueños había visto que tenía a Karina. Estaba convencido que se había encontrado con ella, recordaba a haberla tomado con furia y profundo deseo. Notó el hermoso sostén oscuro sobre las sábanas desgarrado, al igual que las bragas. Él sabía que con Karina la pasión era completamente desenfrenada y sin control. Ella no se quejaba de todo cuanto él quería, además ella conocía su manera caótica de tomarla y con alocada posesión cuando se reconciliaban. Pero al moverse no notó una melena rubia sino una caballera de largos cabellos castaños. Apartó las sábanas para contemplarla. Entonces se dio cuenta que se trataba de Angie. «¿Qué mierda hice? ¡Angie!» Angie dormía profundamente, pero dándole la espalda. Se sobó el cabello.

