Rachell y Cloe notaron todo aquello, y solo Rachell tuvo la valentía de levantarse de su silla para salir corriendo tras Aitana, quería saber lo que había sucedido con aquellos hombres que la hicieron huir del lugar, aunque ella tenía algo de conocimiento de qué era lo que sucedía allí entre esos sujetos, después de todo, era la asistente del mismo Jordi. No podía seguir siempre haciéndose la desentendida, como si nada sucediera, y era consciente de que Aitana pronto descubriría la verdad por su propia cuenta. Aitana caminaba rápidamente hasta la parte delantera de la cubierta principal, se le veía sacada de onda, estaba cansada de tantas cosas que sucedían a su alrededor y que la seguían a donde sea que iba, ¿acaso nunca iba a tener tranquilidad? Rachell le seguía de

