antes del comienzo

2533 Palabras
Siempre tuve una imaginación increíble; mundos ocultos a simple vista y que al entrar eran lugares mágicos. Siempre soñaba con esos mundos, me sentía como la persona que quería hacer, y cuando tu presente no es lo esperado, solo los sueños te permiten seguir. El mismo sueño por tantos años, entrar en un mundo desconocido que nadie sabe cómo se entra, tantos paisajes imaginables, tan irreales. ¿Cómo era posible?, Sólo era una niña de 12 años. Nunca creyeron mis sueños y a decir verdad yo tampoco, el mismo sueño por varios años, mismo escenario pero diferentes situaciones; todos me tomaban como loca y hasta ese día también lo creía. Me estoy adelantando mucho, primero sería mis dos nombres; cuando nací me llamaba nathaly kidman pero al cumplir 14 años mi madre decidió que no podría relacionarme con el futuro superestrella de mi hermano, así que lo cambio a camille soon una prima muy lejana que ella acogió, los que sabían la verdad simplemente lo dejaron pasar porqué "mi presencia ni se notaba". Esta es mi historia sobre el mundo del sol y como me convertí en... ¡Casi! Se me olvida, una historia se comienza por el principio, y aquí lo tenemos. Esa mañana desperté por el sonido de mi reloj, no por gritos de mi madre o que alguien notara que sigo en cama... Ni el avisó qué ya amaneció o que ya está el desayuno, como de costumbre. Me levanto y miro a mi alrededor, un cuarto oscuro, con pósters de esa música que hace que me olvidé de mi alrededor; lleno de un vacío que nunca se llenara. Resoplo levemente, con pesadez me levantó de mi cama, le doy comida a mi pequeño pez dorado, fiftch el cuál le he tenido desde los 12 años y ha durado bastante estos 8 años. Salgo de mi habitación y miro hacia ambos lados verificando que todos siguen durmiendo y bajo de la escalera que tiene acceso a la cocina animadamente cuando me detengo en seco por las personas y lo que sucede delante de mí. Mi madre e hermano sentados en la alacena comiendo mientras sonríen por algún chiste, sus manos tocándose por ese afecto de madre que nunca he conocido y al verme solo me ignoran como es de costumbres y siguen en lo suyo. Me preparo algo rápido y solo espero que recuerden que significa este día y todo cambiara... Yo los perdone hace mucho, aquél día que decidí tener esa clase de paz, solo tienen que decir unas simples palabras y todo mejorará, haré lo que deseen y será mejor... — Iremos a una audición en colorado todo el fin de semana; hay dinero donde siempre, no des molestias — Mi madre dice esas palabras secamente y se retira. Suspiro rápidamente y evito soltar esas lágrimas y cada vez duele más este nudo en la garganta... Es mi cumpleaños y nunca lo recuerda. Al cabo de unas horas ellos se van y quedo nuevamente sola en esta inmensa casa, el ambiente de esta casa es simplemente vacío como si nadie viviera aquí y el silenció desgarrador persistente que siempre he odiado, estar aquí siempre me hace tener esa tristeza que duele así que preparo un bolso para irme a esa cabaña que emile me regaló. Salgo de mi casa y miro el vecindario, el pueblo de Telluride es muy pequeño solo somos 2.484 personas y me encanta eso. Camino con la cabeza en alto y las montañas se hacen y un viento que cada vez se acerca más y más el invierno; cada persona que paso simplemente me ignora como casi todas las personas en este pueblo, la única persona es mi vieja amiga Emile y salvadora. Entro en su tienda de música y ella al verme grita de emoción y viene a verme; Emile solo tiene 41 años pero aun así le digo mi vieja amiga, tiene un aspecto desaliñado y algo anticuado pero eso no opaca la belleza que tiene, con su larga cabellera dorada y sus ojos azules como el cielo de hoy no pasa desapercibida. Pero como igual que a mí, simplemente nos ignoran para no entendernos. — ¡Feliz cumpleaños nathaaaaa! — dice emocionada y me da un abrazo de oso cosa por el cual nos caemos ambas, nos reímos con mucha intensidad, solo estos momentos valen la pena para seguir. — Te dije que no podías llamarme así, ahora soy camille se lo prometí a mi madre — digo revolviendo su cabello en el momento de levantarnos. Emile lleva un vestido amarillo de aspecto viejo y grande con un chaleco rosado que siempre usa. Ella niega la cabeza y empieza a buscar algo, al ver de lo que se trata tapo mi boca y empiezo a sollozar... es una guitarra, en todo este mundo solo ella me ha escucho cantar y piensa fielmente que deslumbrare al mundo. Nos abrazamos fuertemente y ella insiste que la valla a estrenarla en aquella cabaña de su propiedad que me encargo cuidarla desde que cumplí los 14 años... en este momento solo felicidad puedo sentir al poder tocar cada día y mostrar gracias a mis canciones lo que siento y el vacío que guardo en mi corazón. A diferencia de mi hermano, aunque tiene una voz tan increíble como la mía solo lo hace por el dinero que puede llevar. El caminó hacia la cabaña es siempre lo mismo; el sonido del lago que lo oculta, el montón de árboles, los pequeños pájaros que siempre observan todo lo que ocurre y tranquilidad. Es lo único que he estado acostumbrada. Aunque siempre he sentido como si algo faltará, cómo si olvidé algo tan importante. Muchas veces me levanto llorando de mis sueños sin razón aparente pero con tantas preguntas sin responder. Luego de diez minutos puedo ver la cabaña, bastante vieja pero acogedora. Tiene un pequeño letrero que hizo emile; "bienvenida superestrella" sonrío ampliamente y me dispongo a entrar, una pequeña cama y varios poster de nuestras bandas favoritas y el viejo piano que emile me enseñó a tocar... Miró cada detalle de esa cabaña, como el sonido de la chimenea y como ese color rojizo alumbra la cabaña, esas cantidades de relojes que se encuentra en cada habitación para siempre saber cuándo es momento de volver a la realidad o como se siente tan a gusto y me permite ser quien soy. Me siento en aquel viejo piano y tocó una pequeña y melodía y todo peso en mis hombros desaparece. Me levantó rápidamente, doy un pequeño salto y dejo la guitarra y busco en aquella mesa redonda mi libro de canciones y buscó aquella canción titulada; Perdón, Perdóname por no ser como lo imaginabas, Perdóname por no ser linda, especial y talentosa, Perdóname por solo ser yo y no ser suficiente, Pero... ¿Estaría de más pedirte algo? Me puedes mostrar un poco de misericordia, Puedes perdonar mi alma vacía, Puedes verme alguna vez a los ojos, Puedes decirme que me amas, Perdóname.... Por no ser cómo él, Y solo ser yo ... Cantó suavemente y como si se tratara de una película, todo se detiene; el ruido de la chimenea se detiene, el pequeño reloj que emile puso en esa cama pequeño deja de hacer "tic,toc" y miro hacía ambos lados y me levantó de aquel piano; pero por una extraña razón no deja que me levanté, abro y cierro los ojos frenéticamente por lo que está ocurriendo. Un brillo cegador y amarillo sale del piano, y sale tan rápido que empiezo a pensar que llenará toda la cabaña. Empiezo a acercar mis manos al piano y abre rápidamente, el reloj empieza a pasar los segundos, minutos e horas rápidamente, miro hacia dentro del piano y empiezo escuchar mi nombre; mi verdadero nombre. "Nathaly" "Nathaly" Esa voz, esa voz que escucho siempre en mis sueños; áspera y grave que me hace cuestionarme tantas cosas podría definirla sin dudarlo. Una fuerza más poderosa que yo me hace adentrarme, sí suena loco pero literalmente entre a un piano. Mi corazón palpitando frenéticamente, con ese temor a la desconocido pero a la vez con la certeza que todo irá bien. Por un momento no veo absolutamente nada y empieza el pánico apoderarse de mí, cierro mis ojos fuertemente, empieza a escuchar cómo el aire pasa entre los árboles y el ruido de una cascada detrás de mí, hace que abra lentamente los ojos, entonces estoy acostada con mis manos tocando las patas de un piano que está apunto de romperse. Levantó mi mirada, y esa cascada que escuche está alrededor de mí y ese aire de fascinación se hace presenté. ¿Será este un sueño? Cuando pasa dos chicas al lado de mí y tocan mi hombro descarto esa idea, las sigo instantáneamente y veo que se dirigen a un grupo de personas. Somos 5 chicas y 5 chicos, pero nadie se mira entre sí, nadie repara que somos bastante personas y como se acercan una chica con una arma que se ve bastante peligrosa y dos chicos que me pueden sobrepasar fácilmente tres cabezas. —Debemos saber que no son impostores, haz que muestren sus talentos — dice aquel chico moreno que nos mira a todos con miedo y desconfianza. Hace algo la chica con sus manos que todos empiezan a cantar, bailar, y uno dibuja misteriosamente en este pasto que se ve muy antihigiénico. Entonces lo entendí; ¿Todos tienen talentos? ¿Será en verdad un sueño?. Los tres sujetos peligrosos se percatan que yo ni me muevo y me miran fijamente, y yo empiezo a retroceder; y ellos me miran sorprendidos. Mí corazón empieza a palpitar tan rápido como minutos antes, trato de buscar una salida si es que existe alguna aquí, cuando chocó con un cuerpo bastante duró y al voltear parece ser alguien nada amigable. —Es ella... Ella es la sucesora de Nathan —dice con voz tan grave que me deja hipnotizada, sus ojos que me dejan pérdida por segundos. Cuando un montón de gente empieza a acercarse con armas aún más peligrosas, ¿Son lanzas?. Cómo si fuera un interruptor y como si mi vida dependiera de ello, corro por el único camino que vine. Ese viejo piano que ahora sale el mismo brillo cegador amarillo me adentro a él, no sin antes mirar hacia atrás y ver a ese misterioso chico que aumenta mis dudas. Que me mira de la misma manera, inseguridad, sorpresa y con esa inquietud si me conoce de antes. Todo es silencio, oscuridad y ¿Agua?. Un mar yace alrededor, y yo me esfuerzo para no hundirme cuando ese mismo piano aparece a unos metros de distancia. Nadó hasta a él y lo abrazo fuertemente; y miro a mis lados, solamente puedo ver agua y un frío que hace que tenga escalofríos; y luego... Todo el agua se convierte en ese brillo amarillo que puede pasar con un dorado, me fijo nuevamente en el piano y de él lo está botando por ese mismo lugar que entré, sin pensarlo dos veces saltó al piano y aparezco en cuestión de segundos en la cabaña de emile. Mi ropa chorreando de agua y me siento en una de las banquetas, al mirar hacia el otro lado está una chaqueta bastante larga y desaliñada. La cojo y me la pongo rápidamente y de ella se cae una pequeña nota. "Volverás" Contengo mi respiración y se escucha la puerta principal abrirse y de allí entra emile con una torta más grande que ella y un gorro ridículo rosa. — ¿Por qué estás mojada? Y ¿Porque pareces que vistes un fantasma? — dice confundida. Comienzo a temblar y deja el pastel en la vieja mesa cercana y se a próxima a abrazarme y darme calor, empieza a cantar muy bajito aquella canción que le mostré. Sí, te sientes sola, Solo debes voltear, Allí estaré esperándote, Sólo debes respirar, Nunca estás sola, Seré tu sombra. Sonrió plenamente y me abrazo a ella aún más y mi mente viaja a lo que ocurrió minutos atrás y esos ojos que miraron mi rostro. ¿Fue real? ¿En verdad existes? ¿Volveré?. Esa tarde fue tranquila, como siempre lo es con emile. Comimos pastel hasta vomitar, me convenció para cantar como siempre lo hace, hablamos por varias horas, entonces emile quedándose dormida en mí regazo. Ese lugar donde entré, es idéntico al de mis sueños; por lo menos vagamente lo que puedo recordar. Como entre en ese lugar sí es que todos entran por su talento, no soy lo suficiente. ¿Por qué yo? Cuándo vuelvo a mí casa, todo sigue igual. Ese silencio desgarrador hace que el tiempo allí pasa diferente. Salgo a la terraza y miro hacia las estrellas. Las estrellas brillan aún a metros de distancia, cómo esa distancia que me separa de mi madre. No sé cuánto tiempo me he quedado allí pero siento esa sensación de qué alguien está mirándome. Fácilmente puede verse las casas desde esta distancia, o ese pequeño parque que nadie frecuenta. Pero como algo poco visto, hay un sujeto en medio de ese parque mirando a mí dirección. Hace que retroceda unos pasos y me fijé en sus manos; tiene una hoja en su mano derecha y en izquierda lo que parece ser una ¿Espada?... Me adentro a la casa, cerrando todo con máxima seguridad. Entro a mi habitación y esa sensación de nudo en la garganta me hace recordar las palabras de emile. "Cuándo te sientas así, solo coje este collar y piensa en nuestros momentos" empiezo a buscar frenéticamente entre mis cosas aquel collar, luego de minutos lo pude encontrar. Es un collar con un dije de corazón, ese corazón se abre y se encuentra una foto de ambas el primer día que nos conocimos. Llevábamos meses en este pueblo, nunca había salido con el miedo de qué pasará algo malo hasta que lo hice, pase por esa calle que me había acostumbrado hasta que ví una tienda con solo una guitarra y una batería. Entré sin dudar por el deseo de una niña de 14 años con esperanza de encontrar refugió en algo. Por un momento fue silenció hasta que algo o alguien se cayó, fuí inmediatamente para ayudar y una mujer tan hermosa que me dejó sin habla por unos minutos. Pero emile siempre tenía esa energía, esa bondad. Tomó la foto luego de cinco minutos de hablar y me hizo prometer que vendría todos los días para enseñarme a tocar guitarra. Ella fue la primera en escucharme cantar, al verla llorar hizo que una pequeña Nathaly tuviera esa esperanza que venía deseando por tanto tiempo. Fuí a su tienda apartir de allí, en unas cuantas semanas éramos mejores amigas, se convirtió en lo único que tenía. Me enseñó a tocar tantos instrumentos, me enseñó a componer pero en palabras de ella "lo sabía aún sin su explicación". Ella estuvo en mis peores momentos como una amiga podría hacerlo, me trató cómo de una hija se tratará. Estuve con ella cuando su tienda creció, cuando se divorcio, cuándo abortó y cuándo me salvó de casi matarme...
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR