Kevin
De repente, me sentí como si estuviera en una burbuja. Jamie estaba embarazada. Iba a ser padre.
—Kevin, ¿estás bien? —escuché decir a Jamie.
Salí de mi burbuja y asentí.
—Sí, todo me cayó de golpe.
Me levanté del sofá y la abracé.
—Estoy feliz, pero también asustado. Es como si sintiera todas las emociones al mismo tiempo.
—Lo entiendo, acabo de pasar por eso en el baño —respondió Jamie mientras se aferraba a mí.
Me aparté para mirar su rostro y lo acaricié suavemente con mi mano.
—Un bebé. Vamos a tener un bebé.
Jamie asintió con la cabeza, y vi que las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos.
—No llores. Estoy tan feliz de que vayas a ser la madre de mi bebé —murmuré.
—No estoy triste, estas son lágrimas de alegría —explicó Jamie.
—Oh, espera a que todos se enteren
