He notado un nerviosismo en Mateo desde que llegamos a mi casa la cual me hace pensar que algo no anda bien con él.
—¿será que quiere renunciar? —Eso sería una locura porque su trabajo es muy valioso para mí él es uno de los empleados más importantes que tengo y uno de los mejores pagados que tiene la empresa.
Mateo está caminando de un lado a otro sobándose las manos.
—Mateo me estás volviendo loco ¿Qué sucede? —él se sobre exalta un poco abrumado.
—Hay disculpe es que estoy preocupado por usted ¿le puedo hacer una pregunta? —su comentario me sorprende.
—¿Qué está pasando Mateo?
—¿Usted piensa casarse con Lía? —su pregunta me dejó un poco consternado
—Lamento esa pregunta Alessandro y sé que no es de mi incumbencia ese tema.
—No sé Mateo, creo que es posibilidad, aunque ahora no estoy seguro ¿Por qué?
—Acompáñeme Alessandro.
Salimos de casa y me lleva directo a las oficinas, ya es bastante tarde por lo que creo que ya debe estar cerrada. Subimos y puedo notar una pequeña luz en la oficina de Lucas.
— No hagas ruido —me susurra Mateo.
Nos acercamos y puedo escuchar la voz de una mujer y siento como el corazón se me acelera conforme me voy acercando, es la voz de Lía.
—No Lucas Alessandro no me interesa no lo quiero, pero sí puede darme un buen futuro, tengo que admitir que lo hace de maravilla es solo que no lo amo. Haber ¿me llamaste para hablar de él o para qué? ¿para qué quieres saber de mi vida amorosa?
—Tú sabes para que te llamé Lía, Alessandro durará varios días más en Italia y yo no podía desaprovechar la oportunidad de cogerte estos días antes de que llegue con otro regalo costoso. ¿no te da lástima que gaste su dinero en ti?
—Cállate Lucas — comencé a escuchar cómo se besaban y unos gemidos empezaron a hacer evidente lo que estaba pasando en esa oficina.
Me quedé de pie como idiota hasta que el ruido que hacían cesó, Mateo tenía su cabeza inclinada y sabía que le dolía lo que yo estaba pasando, agradecí que fuera leal conmigo porque a pesar de que tenía planeado darle fin a la relación con ella me dolía porque la quería y me desconcertó la idea que desde cuando me estaban viendo la cara de idiota, Mateo solo era un simple empleado, pero se había comportado como un amigo. Decidí entrar, abrí la puerta y sus caras se empalidecieron.
—Espero que lo hayan disfrutado mucho —aún estaban desnudos uno encima del otro.
—Amigo déjame explicarte —Lucas se levantó de prisa.
—No Lucas no te preocupes, te pido que le entregues las llaves a Mateo antes de salir del edificio no seguirás trabajando aquí. Con permiso —Lía me detiene del brazo.
—Amor por favor déjame explicarte si.
—No tienen nada que explicar las cosas están demasiado claras o al menos así las veo yo Lía. No quiero saber nada de ninguno de los dos. Ah bueno aquí está el regalo. —le entrego la cajita con el anillo de promesa. — Lo necesitas más que yo. —salí del edificio dejando a esos dos detrás.
Le avisé a los guardias para que estuvieran al tanto y los despacharan del edifico, me sentí demasiado mal por la traición de Lía; querer a alguien solo por dinero me era difícil de creer, pero ¿Cómo iba a asimilar que fue con mi mejor amigo? Eso no podía aceptarlo, él era mi hermano prácticamente ¿Cómo fue capaz de hacerme algo así? ¿ella lo valía?
Llegué a casa y mis padres me reciben en la sala de estar.
—Hijo ya sabemos lo que pasó con Lucas y Lía, sentimos mucho lo que te pasó, pero sabes que nunca estuvimos de acuerdo con esa relación —dice mi madre.
—Lo sé mami, no es tanto la infidelidad de Lía lo que me duele, sí me dolió tener que enterarme así de lo que sucedía, pero ¿de Lucas mamá? Se suponía que era mi mejor amigo, jamás pensé que fuera capaz de algo así.
—Ale puedo entender lo enojado que estás, si lo ves de otra perspectiva si llegabas a casarte con ella te iba a seguir siento infiel hijo fue lo mejor que te pudo pasar. Eres un gran hombre Ale mereces a alguien que te respecto y te ame por quién eres.
—Sí hijo tu madre tiene razón, aunque ahorita no lo entiendas mañana sabrás que sí fue lo mejor que pudo pasarte no mereces que te usen por tu dinero verás que tarde o temprano llegará la indicada —dice mi padre golpeando mi espalda con suavidad.
—Se los agradezco mucho —los abrazo con su permiso me retiro a mi habitación estoy bastante cansado.
Entré a mi habitación y trato de asimilar lo que había pasado con ellos dos, pude comprender que lo de Lía fue algo forzado porque desde la primera cita me sentí muy incómodo y hasta hoy que pasó esto me di cuenta, no vi las señales o nunca les presté atención.
—Mi niño ¿puedo entrar? —dice mi nana Lorenza tocando mi puerta.
—Pase nana … ella entra y me ve afligida —¿Qué sucede nana?
—Hay mi niño, ya me dijo Mariella lo que pasó. ¿estás bien?
—Sinceramente me duele nana, pero es por Lucas no por Lía. Creo que ya me esperaba algo así es solo que nunca pensé que con mi mejor amigo.
—Lo sé mi niño, cuando la confianza se traiciona ya es difícil recuperarla él era un hermano para ti. No seas duro contigo mismo debes enfrentar esta situación perdonándolos ese es el mejor castigo que pueden recibir, aunque ya no les des tu amistad.
—Te agradezco nana —ella me abraza y me hace sentir más tranquilo con lo que me dijo.
Mi celular comenzó a sonar y vaya sorpresa, Lorenza me deja solo para responder la llamada.
—Buenas Doña Yanneth dígame ¿Qué se le ofrece?
—Hijo ¿es cierto que terminaste con Lía? Ella me enseñó el anillo de compromiso pensé que se iban a casar, no entiendo que pasó.
—No se preocupe señora no era un anillo de compromiso si no de promesa, y no, no me voy a casar con su hija. Lamentablemente ella y mi mejor amigo me engañaron en mi propia empresa así que no habrá compromiso y mucho menos boda.
—¿no hay nada que se pueda hacer?
—¿Cómo se supone que se arregla una infidelidad? Me digo en mis adentros
—No Doña Yanneth siendo honesto no quiero tener nada con su hija. Le agradezco mucho su amabilidad y el haberme aceptado, pero la relación con Lía llegó a su fin, no hay nada que hacer. Que descanse Doña Yanneth —le cuelgo la llamada.
No me había dado cuenta de los mensajes que me habían llegado de Lucas y al verlos me da tanta rabia me pide perdón por lo que hizo, pero fue Lía quien lo sedujo a esto. Hay mensajes de Lía también y dice exactamente lo mismo de Lucas, que fue él quien la sedujo. Por último, el mensaje que esperaba.
—Buenas noches Alessandro, ya Luca y Lía se marcharon de la oficina, me entregó las llaves y algunas cosas que eran de la empresa y ya prescindí de sus servicios. Esto se manejará con discreción para evitar rumores mal intencionados —dice Mateo en su mensaje.
Apagué mi celular para no saber nada de nadie durante la noche así puedo descansar o al menos tratar de descansar después de tanto drama.
Los siguientes días fueron bastante difíciles, realmente fue doloroso afrontar ambas perdidas porque tanto Lía como Lucas venían a buscarme para explicar lo sucedido y querían una segunda oportunidad por dicha Mateo se encargó de manejar todo con cautela y nadie supo nada más allá de lo que era evidente.
La reunión que se tenía programada se llevó acabo y logramos hacer una alianza para expandir la empresa a Italia el cual trabajará de la mano con el Señor Conté, así que Mateo y yo nos iremos varios meses a Italia para preparar todo lo necesario para que la empresa comience a elaborar y después de esto empezar a dirigir el negocio familiar desde Los Ángeles.
Se inauguró la sede en Milán quien acogió a más de 200 personas como trabajadoras y después de siete meses hemos regresado a Nueva York, Mateo ha dejado de ser mi empleado para ser mi mejor amigo al fin y es increíble como pasar tiempo pudo forjar esta amistad, somos como hermanos.
—Ale, Ale —me grita Lucas quién viene hacia mi encuentro.
—¿Qué quieres Lucas?
—Ale yo sé que estás enojado conmigo, te fallé mi hermano, pero te pido que me disculpes por lo que pasó. No quiero perder a mi mejor amigo.
—Está bien Luca te perdono, pero amigos ya no somos, no después de que me traicionaste llevándote a mi novia a la cama. No quiero saber nada de ustedes.
Dejé a Lucas atrás, ya no teníamos nada de qué hablar para mí no existía Lucas mucho menos Lía lo único que deseaba ansiosamente era ver a mis padres y a mi hermana después de tantos meses.
Mi madre al verme es como si fuera un bebé todavía, me abraza y me besa, mi padre es muy distinto aunque si me abraza no es una miel como ella.
—No pienso darte un abrazo si no me tares algo Alessandro –Dice mi hermanita.
—No sé porque veo el espíritu de Lía —digo riendo
—Cállate ni me la menciones —me acerco a ella para darle un abrazo y se quita.
—Vamos Ali, sabes que por ti daría lo que fuera.
—Por eso te odio, sabes cómo manipularme —Dice ella en mis brazos, mi hermana para mí es como un ángel.
Después de cenar y de platicar de mi viaje en Italia, me voy a descansar porque necesito ir a la empresa estos días.