DANIEL Desperté con un leve dolor de cabeza, escuchaba voces a lo lejos, también escuchaba algunos pitidos, poco a poco comencé a abrir los ojos, los recuerdos del día anterior regresaron a mi con fuerzas, entonces escuché su voz, por un momento pensé que seguía dormido o tal vez había muerto, después sentí su toque. —¿Eres real? —oí una leve risa. —Por supuesto que soy real, estoy aquí, abre los ojos —me negaba a hacerlo. —Tengo miedo que al despertar te hayas ido. —No me iré, abre los ojos —los abrí lentamente y ahí estaba, con la sonrisa de siempre pero sin alegría en su mirada, se que era infeliz, pero solo de ella era la decisión, yo no podía obligarla a hacer algo que comprometiera la integridad de James. —Nos diste un susto de muerte —¿Cómo llegué aquí?, me encontraba en

