Capitulo 34

3433 Palabras
Narrado Isabella Esta semana empezaba la gran semana para muchos en Europa, el festival de música que unía a los países de Europa y algunos invitados de otro territorio, pero en su mayoría eran países de Europa, como los estudiantes eran mayormente de Europa, por lo que se organizaba un gran evento para ello, ponían una gran pantalla y un reproductor en uno de los jardines, habían puesto mil cojines y colchones hinchables para que la gente pudiera disfrutar del espectáculo, este año las normas eran diferentes por lo que no sabía si iban a dejarnos ver el programa como nos diera la gana pero no se sabía pero me tranquilice bastante cuando mire por la ventana y vi que estaban los espacios separados por paises, es decir cada uno podía ir con el país que le daba la gana, solo estaban los de esta semifinal pero suponía que lo cambiarían según la fecha, Monte Alto no participaba nunca, no es que tuviéramos muchos cantantes ahí por lo que no sabía a que país debería apoyar. —¿Con que país vas a ir?—le pregunte a Cristina mientras miraba como preparaban las mesas con picoteo típico de cada país. —Con ningún país—dijo y la mire sentándome en la ventana—No me gusta el concurso, me parece demasiado político y no me gusta que se decida las cosas con canciones sin sentido—dijo. La mire impresionada. —Es broma—dijo riendo y la mire sorprendida pero aliviada, a ver no es que sea importante lo que pase en el programa, no pasa nada por no gustarte el programa, pero no podíamos negar que desde que cada vez más países europeos participaban, se volvía una forma de comunicación entre los países, de que las personas se conocieran de formas que no eran políticas pero estaba claro que era una forma de representar como se veía el mundo en diferentes países—En realidad no voy a ir con nadie, no lo voy a ver—dejo claro y la mire—Ni tú—me dijo. Me quede quieta sin entender muy bien que estaba pasando, a ver era verdad que me había planteado la idea de quedarme nen la cama leyendo, ya que tenía varias lecturas pendientes, me encantaba el festival pero verlo desde mi ventana sin la molestia de nadie, era una cosa que se me hacía demasiado interesante. En ocasiones siempre sentía que era una persona que no estaba programada para esta vida, estaba programada para no tener relaciones, a veces se me daba muy mal la gente, siempre pensaba mucho lo que tenía que decir para evitar que las cosas no se fueran por la borda, me gustaba demasiado la gente como para arriesgarme a perder la amistad de las personas o mi relación con ellas. —¿Qué has planeado?—le pregunte sorprendida. —Es el mejor momento para viajar—me dijo y la mire sorprendida—No habrá vigilantes por el pasillo y además de que todos estarán distraídos, necesitamos seguir investigando para ver como os afecta—. —¿A que te refieres?—le pregunte sorprendida. —Cuando viajamos por primera vez, Aiden se quedo como tonto con el unicornio—comento y la mire atendiéndola— Matt y yo estamos algo preocupados porque estáis como sin comer, haciendo mucho deporte y perdidos—comento y la mire. Me quede un momento callada, no estaba teniendo un solo problema con las comidas, no me estaba restringiendo nada la comida, antes lo hacía, cuando vivía con mi madre, ella siempre me pidió que no pesara más cuarenta y cinco kilos pero eso con mi altura no era sano por lo que cuando entre al internado me decidí mantener en los sesenta pero sin ponerme mal si pesaba más o menos, no debía ser una tortura para mi, pero estos meses no estaba haciendo nada con la comida solo que no comía con Matt o Cristina, tenían un horario diferente por mis entrenamientos. —Aiden y yo nos estamos preparando un triatlón benéfico, por eso no coincidimos o entrenamos más—aclaré y le mire—Es un triatlón que se hace todos los años en Monte Alto, tienes que tener mínimo dieciséis años para participar y lo recaudado es para investigar casos de niños desaparecidos—explique y me miro—Solo entrenamos para poder correr cincuenta kilómetros, y estamos nadando más, aún no hemos hecho nada con la bicis pero no hemos dicho nada porque no es algo relevante—comente y me miro. —¿Pero coméis?—me pregunto. —Más que antes, quemamos muchas más grasas por lo que necesitamos más energía—deje claro, en ningún momento nos habíamos dejado de comer, no íbamos a dejar de comer por mucho que un cuerpo humano pudiera aguantar más de dos semanas sin comer mientras que tres días sin beber pero el cuerpo humano no se guardaba igual, no estaba igual, se quemaba y hacía daño mucho más rápido, era una tontería hacerlo—Si te preocupa duermo nueve horas, hago yoga, leo y todas mis tareas, aparte del deporte, no estamos haciendo nada malo—. Cristina suspiro, me sorprendía su preocupación pero suponía que la vida de una amistad era así, coger y preocuparte por los demás pero no creo que fuera bueno que se preocupara por mi, sin preguntarme, si era una cosa que sabía que hacía y estaba mal, estaba completamente de acuerdo en que me hablará así o se preocupara pero sino, creo que la comunicación era mejor. —Vamos al invernadero—le dije queriendo dejar el tema, no es que me molestará el hecho de que me preguntarán, no me importaba, respondería las preguntas que ella quisiera pero no me gustaba que se preocupara de forma innecesaria por mi o que hicieran planes sobre mi vida, suposiciones cuando tenían el recurso tan sencillo como hablarme, no es que no fuéramos amigas y hablarme fuera casi imposible, me tenía demasiado cerca y podía preguntar lo que quisiera. Caminamos sin tener que escondernos mucho hasta llegar al invernadero donde ya esperaban Laura, Matt y Aiden, me quede sorprendida y algo molesta. Los cuatro habían planeado una cosa sin preguntarme, sin decir nada, me sentía una máquina , como algo que solo tenía una función, me sentía demasiado mal, no me gustaba lo que pasaba, no me gustaba las sensaciones que me daban estas cosas, como si ya me hubieran excluido del grupo y era Laura la que iba a ser importante a partir de ahora, y a ver a mi no me importaba quien viniera a las aventuras, podían venir medio mundo si quisieran, mientras que no se le contará mi implicación en ello, pero tenían que avisarme. Matt se acerco a mi y me abrazo, con fuerza. —No te estreses—me susurro cosa que me puso mucho más nerviosa—Lo sabe todo—añadió haciendo que me separara bruscamente de Matt y le mirara sorprendida, si había una cosa que me importaba por encima de todo, era la lealtad, alguien me podía ocultar un secreto por protegerme pero mentirme o contar un secreto que no era tuyo, un secreto mío a los demás para mi era alta traición y podía romper una amistad por esto. —¿Por que lo sabe todo?—pregunte molesta. —Se lo he contado yo—dejo claro Cristina, la mire, bastante molesta puede que ella pudiera contar lo que ella viera o viviera en los viajes, no me importaba que tuviera un diario que compartiera con Laura, o con medio internado pero lo que era mi vida, creo que era solo asunto mío contarlo—Es mi mejor amiga, no podía seguir teniendo secretos con ella—. —Me voy a ir a leer, viajar de la forma más divertida que podáis—deje claro y me gire para irme pero Matt agarró mi mano—Deja que me vaya—le dije mirándole. —No pienso viajar sin ti—me dejo claro y le mire. —Ha traicionado mi confianza—me queje. Todos me miraron y mire a mi primo. —Tendrías que apoyarme—me queje. Aiden me miro y suspiró. —No voy a meterme en un conflicto entre mi novia y mi prima—dejo claro y le mire molesta, me parecía idiota que actuará así como si meterse en una conversación, dar su opinión le pudiera traer problemas, no me iba enfadar sino estaba de acuerdo conmigo, yo sabía mi verdad y que tenía razón, pero si temía que Cristina le dejará por no darle la razón, esa relación no estaba bien—No me mires así—me pidió pero lo único que hice fue mirar a otro lado porque estaba enfadada. ¿Cómo es que nadie lo entendía? Yo comprendía muchas cosas, la antigüedad en las amistades era muy fuerte, cuando tenías un amigo que llevaba años en tu vida, era normal que fuera el primero al que acudieras cuando tenías problemas, que acudieras a esa persona cuando necesitabas un abrazo y no a una persona que conocías desde hace poco, si yo llevaba siempre en mi vida a Cristina no era porque era la novia de mi primo sino porque era una buena amiga y confiaba en ella, pero estaba claro que no se podía confiar en ella porque a la primera de cambio se lo contaría a Laura, pero no le contaría un secreto de ella, sino de los demás y eso era lo malo, cuando alguien te decía algo, que te pedía no contar, no podías contarlo aunque confíes al cien por cien en tu amiga, no sabes como eso va seguir. —Esta clara la conclusión, no contar nada a nadie—deje claro. —Tú también cuentas cosas—se quejo Cristina y la mire. —No cuento secretos—le grite y todos me miraron sorprendidos—No sabes lo duro que es darte cuenta que todo es mentira, que la vida que te han hecho construir es solo una ilusión, la historia que hasta hace unos meses llevaba con orgullo en mi corazón, se ha roto, mis abuelos no son mis abuelos biológicos, mis tíos no son mis tíos y todo el mundo oculta secretos, todos me ocultan secretos y estoy descubriendo quien es mi familia, quien soy yo misma ahora, perdiéndome en la información y en el descontrol, pero claro eso no importa, no importa que te diga que no cuentes nada, solo que tu amiga lo sepa todo—me queje y me miro—¿Te has parado a pensar lo duro que es para mi sentarme alado de Aurora? ¿Tener que abrir el portal cuando la gente lo quiera sin ya tener libertad? Ya no soy yo misma, ya no tengo lo que tenía antes porque no soy lo de antes ¿Sabes la crisis existencial que estoy pasando? A parte de un maldito duelo—. Todos me miraron sorprendidos, me sentía aliviada de decir lo que pasaba por mi mente, por mi cuerpo, era liberador, casi tanto como escribir mis pensamientos en un diario pero es que no debía ponerme así con la gente, era incomodo que la gente escuchara mis emociones, mis pensamientos, eran míos y no me gustaban contarlos. —Vale, es culpa mía—me dijo Cristina y la mire—No lo había pensado en ese sentido sino en el sentido de que solo no querías ser una maquina de viajes, no me había parado a pensar en lo emocional o el caos que te ha causado esto—dijo en forma de disculpa y la mire—Perdón, no contaré nada más que me digas, claro si vuelves a confiar en mi—. No dije nada, me costaba demasiado dar confianza a alguien que me había traicionado. —Prometo no contar nada si eso te preocupa—dejo claro Laura y la mire sin decir nada, no es que Laura me cayera mal, no me molestaba su presencia, y no es que fuera mala, lo que había convivido con ella no me había molestado, no me había hecho nada malo pero es que estaba en medio de una situación de traición por lo que iba a tener que aguantar parte de mi ira. Aiden abrió el portal para entráramos y estaba muy enfadada con él, no se había posicionado, conocía a mi primo y era una persona que siempre buscaba la verdad y la justicia pero esta vez por no enfadar a su novia, si esa era la confianza y la relación que tenían no me quería imaginar como sería su vida, o quizás solo estaba evitando un conflicto mayor, si decía algo a favor de mi o de Cristina, deberían meterse los demás, lo más seguro es que Matt se pusiera de mi parte, no se porque pero lo sentía así y Laura defendería a Cristina, Aiden no se que haría pero obviamente el grupo se dividiría y de una forma u otra los otros se dividirían por afinidad o por cualquier cosa haciendo que volviéramos al punto de antes de la investigación, y eso haría que los viajes y las futuras investigación se hicieran más complejas, peleas y cosas horribles pero aún así estaba enfadada. —Hola—saludo Aurora y se acerco a mi para darme un fuerte abrazo—Ya me he enterado de lo de tu abuelo, Alessandro era un hombre noble, lo siento mucho—dijo mientras me abrazaba con fuerza, la deje abrazarme mientras la abrazaba con fuerza, Aurora era mi abuela y a diferencia de mis otras dos abuelas no me daba una sensación familiar y de obligación a quererla pero si me daba demasiada tranquilidad. Se separó de mi y se acerco a Aiden para abrazarlo pero este solo se tensó, aunque dejo que la abrazara. —¿Qué necesitáis hoy?—nos pregunto pero al ver a Laura se quedo callada—¿Por que traéis a gente nueva? Ese no era el trato, no hemos acordado más personas—comento enfadada, estaba claro que a ella no le hacía mucha gracia que más personas estuvieran aquí. —Hay amigos que merecen viajar, nos han ayudado a descubrir este lugar y muchas cosas, no les podemos dejar aparate, sin que vivan las mismas aventuras—se quejo Cristina. Aurora nos miro mientras que Laura se acercaba al panel de control, Aurora se acerco en menos de dos segundos a Laura para alegarla del panel de control, la cara de Aurora era de enfado, como si estuviera cometiendo un crimen. —Nadie que no sea un guardián puede tocar este panel—le dejo claro. Laura la miro confundidla. —¿Por que?—pregunto Laura sorprendida, estaba claro que Laura vino con la intención de la investigación tecnológica, no es que sea una cosa que me moleste pero si solo venía a eso y el viaje aquí solo era para ello, aseguro que estas personas se pueden ir a la mierda porque estaba mucho mejor en mi cama leyendo. —Causaría un problema, muchos mundos podrían destruirse o desaparecer de nuestro control, no eres apta para ver tocar este panel, solo podrás viajar—comento Aurora y todos la miraron—Los viajes no son un juego, y no me hace mucha gracia que vayáis a traer mucha gente para viajar—dejo claro y la mire. —Lo organizaremos, haremos un horario, solo vendremos como mucho ocho en un mismo día, y tu pondrás las horas, el tiempo y el lugar—comento Cristina—Podemos organizar todo de la forma que mejor te venga a ti, incluso te podemos traer comida o lo que quieras si así te sientes mejor con las cosas—. Aurora me miro. —¿Tú que opinas?—me pregunto y la mire—Tú eres mi nieta, eres la más cercana a ser el futuro de este mundo por lo que si tu estas de acuerdo con lo que proponen lo haremos pero si dices un solo no, solo tú podrás entrar y salir de aquí—me dijo y la mire—Se que estas pasando por un enfado, por lo que se que tu respuesta será meditada y correcta—. Todos me miraron, todos los ojos estaban sobre mi y eso no me causaba otra cosa que no fuera ansiedad, se que era una persona completamente capaz de decidir lo que íbamos ha hacer pero es que ahora mismo quizás no era la mejor persona para decidirlo porque estaba enfadada, estaba demasiado molesta con el hecho de que me hubiera traicionado, que hubieran contado una cosa mía sin mi permiso porque si me hubiera avisado lo más seguro es que no me hubiese importado, le hubiera dicho que si, pero que lo hiciera sin mi permiso, es lo que me molestaba. —Isabella—me llamo Cristina creo que sorprendida porque no respondiera rápido. Matt se puso delante mía y me miro, note su mirada mientras miraba al suelo para contar mis dedos y regular mis pensamientos. —Mírame—me pidió Matt y le mire—Tomes la decisión que tomes, te voy a apoyar y querer de todas formas, y como alguien diga algo malo sobre el tema le pego—dejo claro y le mire. —Matt, no te puedes meter en problemas—le regaño Cristina y la mire. —¿Que? Matt no se mete en problemas, de forma normal—deje claro y me miro. —Matt puede ser coronado rey en menos de lo que pensamos así que necesitamos que no tenga muchos escándalos ni problemas, y mucho menos enemigos que estén dispuestos a decir tonterías por dinero—dejo claro Cristina y mire a Matt. Matt no dijo nada solo beso mi mejilla y me miro agarrando mis manos. —Lo tengo todo controlado y me importa bastante poco meterme en problemas si de esa forma tú estas bien—me dejo claro pero no dije nada, lo mire pensando en lo que estaba arriesgando por mi, su titulo, su familia y todo para que yo estuviera bien pero es que yo no estaba arriesgando nada, estos si eran actos de amor buenos y puros, y aunque aun quería ponérselo difícil porque se merecía un poco el miedo y la ansiedad por el dolor que yo arrastre y que a veces seguía arrastrando. —Vale—dije y mire a Aurora—Yo misma organizaré y traeré a la gente, haremos los viajes muy controlados—deje claro haciendo que me mirara la mujer, a mi abuela con demasiadas dudas, no se si estaba tomando la decisión correcta, si hacer los viajes era una buena idea, en el pasado mucha gente se perdió, la gente murió y niños se criaron lejos de sus familias por lo que había que tener mucho cuidado, podíamos causar un problema, problemas enormes, muertes, asesinatos, declaraciones de guerra o cosas peores. La gente podía hacer creer que no quería a sus hijos, al meterlos a internados o no hablarles pero un padre siempre lo sería, y siempre vengaría a sus hijos de la forma que fuera, un hijo era tu sangre y que de un momento a otro desapareciera o muriera, cuando era tu responsabilidad que se mantuviera vivo, era una vergüenza y nadie quería vivir con vergüenza. —¿Segura?—me pregunto Aurora y la mire. —Si, hagamos una aventura—susurre. No estaba convencida, no estaba convencida de nada de lo que estaba pasando en mi vida pero si evitaba que se complicara la vida de los demás, no se les iba a complicar demasiado por no vivir una aventura pero si iba a ver problemas de amistad y de relaciones si sabían que no se hacían las cosas por mi, iba a ser un completo caos, lleno de dolor y rabia para todo el mundo y era lo que menos quería dividir un grupo que se estaban llevando bien porque sabía que era un peligro, quizás no era mi misión decirles que era peligroso, mi tía siempre me decía que la mejor forma en la que los niños aprendían era cayéndose, pero sin que nadie dijera que se iban a caer porque el no, era la mayor fuerza para hacerlo. Solo recaba para que las cosas salieran bien.
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