Valeria No sé cuánto me reído en esta tarde, lo que si es que estar junto a Tomás se me pasa el tiempo volando tanto que creo que mi tía me va a pelear por demorarme tanto, ahora vamos hacia la casa el muy amablemente se ofreció ayudarme con todos los paquetes, y yo encantada de la vida, nunca me había sentido así de esta forma, sentir que un hombre por primera vez en tu vida te trate bien, que sea amable conmigo, no solo como te habla si no sus gestos atenciones son cosas indescriptibles, después de conducir durante 20 minutos por fin estamos en frente de mi casa y por supuesto no quisiera bajarme nunca, con ayuda de Tomás bajamos todos los paquetes e ingresamos a la casa, ponemos todo en la sala. —¿Qué dices bonita, te gustaría ir mañana a tomarnos un café? —Como quisiera poder decirle

