Celeste suspiró aliviada cuando vio que la notificación cubría las facciones de Zeus. Rápidamente tomó el teléfono de la mesa y lo colocó en su regazo.
Zeth frunció el ceño cuando Celeste hizo esto. Ella tomó el teléfono tan rápido que ni siquiera vio quién le envió un mensaje de texto y con quién estaba en su fondo de pantalla.
Celeste miró su teléfono y se mordió los labios cuando vio que Daniela estaba llamando. Miró a Zeth y vio que él la observaba en silencio. No pudo atender la llamada telefónica en ese momento, por lo que no tuvo más remedio que rechazarla.
"Zeus debe estar esperándome ahora mismo", pensó. Le dije que hoy iríamos al parque. Ya me lo imagino haciendo pucheros porque no cumplí con mi promesa.
Zeth se aclaró la garganta y dejó caer sus utensilios.
—¿Ya terminaste
