Celeste se despertó con un dolor punzante en la cabeza. Se agarró la cabeza y miró el reloj de la mesita de noche.
10:00 pm.
Mierda.
Ella se quedó dormida.
Rápidamente se levantó de la cama, pero rápidamente se arrepintió de la acción ya que sintió que el mundo giraba a su alrededor.
Puaj. Odia sentirse enferma. Le quita la capacidad de trabajar y atender las necesidades de Zeus. Hablando de Zeus, todavía escucha el débil sonido de la televisión en la sala de estar. ¿Aún no está dormido?
Se levantó de la cama, lentamente esta vez, y comenzó a caminar hacia la sala de estar.
De repente, recordó el sueño que tuvo hace un rato. Se sentía tan vívido y real que sintió como si incluso pudiera oler el aroma de la colonia de Zeth.
—Zeus, ¿sigues despierto? —preguntó cuando vio que la telev
