Aurora se abrazó a sí misma sintiéndose extremadamente fría. Había estado enjaulada en esta habitación durante los últimos tres días. A excepción del agua, no había comido nada. Su corazón latía en sus oídos cuando de nuevo sus palabras resonaron en su cabeza. Tengo un burdel en el que te puedes prostituir.
Cerró los ojos agarrándose el cabello con frustración. ¿Dónde está atrapada? ¿Qué le está pasando a ella? Ni siquiera en sus sueños pensó que el destino podría arrojarla aquí.
Ella suspiró apoyando su cabeza contra la pared mientras sus propios ojos se dirigían al agujero en la parte superior de la pared. La leve luz brillante del sol que entraba a través de ella la hizo suspirar desesperada. Ella quiere ver la luz afuera.
Ella quiere salir. Nunca estaba acostumbrada a quedarse atrap
