Una semana después….
Aurora miró a Lucas como si le hubieran crecido dos cuernos sobre su cabeza.
Ana apretó los labios para no reírse al ver lo aterrorizada e incrédula que se veía Aurora.
Lucas miró a Ana en busca de ayuda a lo que ella asintió.
—Aurora ¿Por qué estás sorprendida? ¿No es bueno que el señor te dé algo que querías?
Aurora finalmente cerró la boca y miró a Ana con el ceño fruncido.
—No lo sé. Quiero decir que me ha enjaulado desde el momento en que entré en su vida. Pero de repente me dio permiso para ir a comprar por mí mismo. Eso es raro.
Lucas la miró por un segundo desde un lado antes de apartar la mirada.
—Aurora, estás pensando demasiado. ¿Recuerdas que me dijiste que se ha estado comportando de manera diferente contigo durante algunos días? Entonces tal vez s
