Narra Safrina Estábamos en el gran comedor con mi madre almorzando, no entiendo porque no pueden comprar una casa normal en vez de una mansión tan grande para dos personas que enzima vienen de vez en cuando y casi no la disfrutan, creo que tiene tantas habitaciones que no deben utilizar más que una y siempre la misma. Me siento asfixiar en lugares así, es irónico ya que el espacio abunda, pero eso solo lo hace ver más solitario. Cuando era niña pasaba tanto tiempo sola que llegue a odiar la mansión en la que vivía hasta que una tarde Efie tuvo que traer a su hija ya que no la podía dejar con alguien y fue uno de mis mejores momentos, enseguida nos llevamos muy bien y nos hicimos amigas. Le pedí a Efie que la trajese todas las tardes que pueda así yo podía jugar con ella. Por suerte a

