Narra Safrina.
Tan pronto como lo sentí que se había dormido me levante me dirigí al baño para darme una ducha corta cambiarme e irme no sin antes dejarle una nota, cuando estaba por poner mi numero deseche la idea ya que seria solo un encuentro de una noche, no quería romper mi propio tratado así que aunque me alucino estar con el y sentir que nos comunicábamos sin hablar fue muy… fuerte. Pero tenia que dejarlo ahí no quiero enredos que me complican la vida mientras estoy en la universidad, trabajo y demás. Sobre todo no quiero que me quieran imponer sus ideas. Si le tengo miedo, por no decir pavor, al compromiso pero solo cuando se trata de novio o lo que sea referido a una pareja. Ya con un señor gruñón en mi vida me vasta.
Llego al departamento y escucho que mi amiga todavía esta de fiesta bien por ella chin chin.
Entro a mi habitación me cambio por algo mas cómodo y me acuesto a descansar, mañana será otro día.
Me despierta un rayo de sol, por lo visto hoy hace un día hermoso. Me levantó abro la ventana para que entre el aire fresco tomo una bocanada de aire y me dirijo a mi baño, me lavó mis dientes mientras abro el grifo de la ducha una ves que termino con mis dientes, me meto bajo el agua disfrutando del calor de ella y mientras va relajando cada parte de mi, recuerdo los besos y caricias que Lurlich me dio, este chico me a dejado con ganas de mas, quien lo diría.
Abriendo los ojos y dejando de lado la ensoñación termino de bañarme para luego cambiarme, elijo algo tranquilo que ponerme ya que hoy es mi día libre y me gusta aprovecharlo para adelantar trabajos de la universidad, ponerme al día con los trabajos de los peques del centro juvenil, y claro también la limpieza del departamento lavado de ropa y preparado de comida para la semana. Hoy es un día para entretenerme a full.
Se escuchan signos de vida en la habitación de Megan, de seguro los tortolitos se están despertando.
Estoy en la cocina con una taza de café y una tostada con mantequilla mientras corrijo los trabajos de mis peques cuando aparece Marcos
—Ho buenos días, no sabía que ya estabas acá. Espero que Lul se haya portado bien contigo —me dijo algo tímido
—Si se porto como todo un caballero, ¿Megan duerme? —no quería hablar de su amigo que sino, no me resistiría e iría a por el. Y eso no esta permitido. ¿No?
—Si, duerme. La quisiera despertar con el desayuno, me podrías decir mas o menos que le gusta para sorprenderla —o wow esta enamorado de verdad, que bien por ella, ella no se opone a las parejas pero siempre le toca uno que otro Patán.
—Sencillo, café y tostadas con mermelada de fresas.
—Bueno, quisiera tener una rosa para darle, pero seria mucho ¿Verdad? —hay que ternurita.
—Si, la verdad que si, deja las rosas para la próxima.
Creo que le gusto mi comentario porque se puso a preparar todo con una enorme sonrisa en el rostro.
—Bueno, nos vemos al rato, deséame suerte.
—No la necesitas estará encantada ¡ya veras! —le digo animándolo.
Cuando se va al cuarto de Megan termino mi desayuno y con ello de corregir los trabajos de mis peques. Ordeno la cocina y me dirijo al baño en busca de la ropa para meterla a la lavadora. En eso escucho que suena mi celular. Mi madre llamándome.
—Hola ma. buenos días.
—Hola hija, buenos días para ti también. Dime hijita ¿Será que tienes tiempo para tu madre?
—¿Como, estas en la ciudad?
—Si, vinimos con tu padre el quería ver a su amigo y como lo del yet fue una tontera que se soluciono rápido vinimos enseguida tenia muchas ganas de verte.
A la mierda mi fin de semana de relax y tareas domesticas porque cuando venían ellos si me veían haciendo algo así se morirían de un susto o me internarían en un loquero, ellos no podían entender que quería una vida sencilla y tranquila, sin lujos como ellos. Pero mas allá de eso, los adoro son mis padres aunque a veces no estemos de acuerdo en algunas cuestiones o todas, los amo igual.