CADENAS DE AMOR

capitulo 14

_ Me encantó pasar tiempo contigo esta noche, pero tengo miedo de lo que esto puede significar. No quiero que nos lastimemos,- Clara la miró, su expresión suave.

- Lo entiendo. Pero también creo que debemos ser valientes. La vida es demasiado corta para vivir con miedo.- Esa noche, mientras se acostaba, Ivana sintió que estaba en una encrucijada.

Sabía que debía enfrentar sus miedos y dudas, pero también sentía que había algo liberador en ser auténtica.

Decidió que estaba lista para dar el siguiente paso, no solo con Clara, sino también con Dante. A medida que pasaban las semanas, Ivana continuó explorando su nueva dinámica. Pasaba tiempo con Clara y también mantenía una amistad con Dante, aunque a veces se sentía como si estuviera jugando en dos canchas diferentes.

Una tarde, decidió invitar a Clara a su casa para una cena. Quería crear un espacio donde pudieran hablar abiertamente sobre su relación y sus expectativas. Cuando Clara llegó, Ivana se sintió emocionada y nerviosa al mismo tiempo.

- ¡Hola! Me alegra que hayas venido,- dijo Ivana, sonriendo mientras preparaba la mesa.

- Gracias por invitarme. Estoy emocionada por la cena,- respondió Clara, su mirada llena de complicidad.

Mientras compartían la comida, la conversación fluyó de manera natural. Hablaron de sus sueños, sus miedos y de lo que esperaban del futuro. Ivana sintió que cada palabra que intercambiaban las acercaba más.

- Quiero ser honesta contigo,- dijo Clara, su tono serio.

- Siento que lo que tenemos es especial, pero también tengo miedo de que esto pueda complicarse.- Ivana asintió, sintiendo una conexión más profunda.

- Yo también tengo miedo. Pero creo que vale la pena explorar lo que hay entre nosotras.- Después de la cena, se sentaron en el sofá, y Clara tomó la mano de Ivana.

- ¿Te gustaría dar un paso más en nuestra relación? No quiero apresurarte, pero creo que deberíamos ser sinceras sobre lo que sentimos.- Ivana sintió que el corazón le latía con fuerza.

- Sí, me gustaría. Quiero ser honesta contigo y conmigo misma. Estoy lista para ver a dónde nos lleva esto.- Esa noche, se sintieron más unidas que nunca.

A medida que exploraban sus sentimientos, Ivana sintió que el miedo que había estado cargando comenzaba a desvanecerse.

Había algo liberador en ser auténtica y dejar que sus corazones se guiaran por lo que sentían. Esa conexión que estaban cultivando se sentía como un refugio, un espacio donde podían ser sinceras sin miedo al juicio. Los días siguientes, Ivana y Clara se sumergieron en una nueva rutina. Pasaban más tiempo juntas, no solo como amigas, sino también como algo más.

Se enviaban mensajes durante el día, compartían canciones que les hacían pensar en la otra y planeaban escapadas espontáneas a lugares que siempre habían querido visitar. Sin embargo, a pesar de la alegría que le traía esta nueva etapa, Ivana no podía evitar que su mente se llenara de dudas.

Cada vez que pensaba en Dante, un nudo se formaba en su estómago. ¿Cómo se sentiría él al saber que estaba explorando una relación romántica con Clara? Sabía que debía ser honesta con él, pero no quería lastimarlo.

Una tarde, mientras paseaban por un mercado local lleno de colores y aromas vibrantes, Clara notó la expresión pensativa de Ivana.

- ¿Qué pasa? Te veo un poco distante,- preguntó, deteniéndose para mirarla a los ojos. Ivana suspiró, sintiendo el peso de sus pensamientos.

- Es solo que… no quiero que esto afecte mi relación con Dante. Siento que estoy rompiendo algo, y no sé si estoy lista para eso.- Clara asintió, comprensiva.

- Es normal tener miedo. Pero también es importante que seas fiel a ti misma. Hablar con Dante podría ser liberador, tanto para ti como para él.- Esa noche, Ivana se sentó en su cama, rodeada de sus pensamientos.

Al mirar por la ventana, vio cómo la luna iluminaba el cielo estrellado. Decidió que era hora de ser valiente.

Al día siguiente, invitó a Dante a su casa. Sabía que la conversación que estaban a punto de tener cambiaría todo. Cuando él llegó, la tensión era palpable. Ivana lo recibió con una sonrisa, pero en su interior sentía un torbellino de emociones.

- Gracias por venir, Dante,- dijo ella, intentando sonar tranquila.

- Necesitamos hablar.- Dante se sentó, su expresión seria.

- Sí, lo sé. He sentido que algo está cambiando entre nosotros.- Ivana tomó aire profundo.

- Quiero ser honesta contigo. He estado pasando tiempo con Clara, y nuestros sentimientos han crecido. No quiero herirte, pero siento que debo ser sincera.- Dante la miró, su rostro mostrando una mezcla de sorpresa y tristeza.

- No puedo decir que no me duele escuchar eso. Pero también sé que no puedo obligarte a estar conmigo si no lo deseas.

- Te aprecio más de lo que puedo expresar,- continuó Ivana, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. - Quiero que sepas que estoy aquí para ti, y siempre lo estaré.- Dante asintió, su mirada melancólica.

- Gracias por ser honesta. Quizás necesitemos un tiempo para redefinir lo que somos. Quiero que encuentres tu felicidad, aunque eso signifique que no esté en tu vida de la misma manera.- Esa conversación, aunque dolorosa, trajo una sensación de alivio a Ivana.

Había liberado una carga que había estado llevando durante semanas. Se despidieron con un abrazo, y aunque sentía tristeza, también había un destello de esperanza.

Con el paso de los días, Ivana y Clara continuaron explorando su relación. Se sentían más cómodas y seguras de lo que estaban construyendo juntas.

Sin embargo, había momentos en los que Ivana se encontraba reflexionando sobre su amistad con Dante. A veces, se preguntaba si había tomado la decisión correcta. Una tarde, mientras estaban en un café, Clara notó el cambio en el ánimo de Ivana.

- ¿Te pasa algo? Te veo pensativa,- dijo, su voz suave y preocupada. Ivana suspiró.

- Es solo que a veces me siento culpable por lo que pasó con Dante. No quiero que esto afecte nuestra relación.- Clara tomó la mano de Ivana, mirándola a los ojos.

- Lo que sientes es válido. Pero también es importante que te permitas ser feliz. No puedes cargar con la culpa de lo que sientes.- Esa conversación ayudó a Ivana a ver las cosas desde otra perspectiva.

Con el tiempo, empezó a entender que su felicidad no debía estar condicionada por el dolor de otros. Una noche, decidieron hacer una cena especial en casa.

Mientras cocinaban juntas, Ivana sintió que la conexión entre ellas se profundizaba. Rieron, compartieron anécdotas y disfrutaron de la compañía mutua.

Después de la cena, se sentaron en el sofá, y Clara, con una mirada traviesa, dijo:

- ¿Qué tal si hacemos un pacto? Prometámonos ser siempre honestas sobre nuestros sentimientos, incluso si duele.-Ivana sonrió, sintiendo que esa era la clave para construir algo sólido entre ellas.

- Me parece perfecto. La honestidad es fundamental.- Con el tiempo, Ivana empezó a sentir que había encontrado un nuevo equilibrio en su vida.

Aunque había momentos de incertidumbre, también había momentos de pura felicidad. Se dio cuenta de que, al enfrentar sus miedos y ser sincera consigo misma y con los demás, estaba creando un camino hacia un futuro más brillante.

Un día, Clara la sorprendió con un viaje de fin de semana a la playa.

- Necesitamos un descanso,- dijo Clara, sonriendo.

- Y pensé que esto podría ser perfecto para nosotras.- Ivana no podía contener su emoción.

Pasaron el fin de semana explorando la costa, riendo y disfrutando de la compañía mutua. En una de las noches, mientras caminaban por la playa bajo la luz de la luna, Clara se detuvo y miró a Ivana con intensidad.

- Este momento es perfecto,- dijo Clara, tomando la mano de Ivana.

- Me siento tan afortunada de tenerte en mi vida.- Ivana sintió que su corazón se llenaba de amor.

- Yo también me siento afortunada. Gracias por ser parte de este nuevo comienzo.- A medida que continuaban su camino.

Ivana se dio cuenta de que, aunque la vida estaba llena de incertidumbres, había algo liberador en abrazar lo desconocido. Con Clara a su lado, se sentía lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Así, en esa playa, bajo el cielo estrellado, Ivana supo que estaba en el camino correcto.

Había aprendido a enfrentar sus miedos, a ser honesta y a permitirse ser feliz.