NATASHA
Mi cuerpo está cansado, aunque dormí en una rica cama, las pesadillas desgastaron mis energías, dejo que el agua recorra mi cuerpo, es exquisito, siento que me quitó un gran peso de encima. En eso unas enormes manos interrumpen mi relajación, me asusto y me retiro de inmediato, siendo aprisionada por otro cuerpo desnudo.
—¿Qué haces aquí? —Empujo ligeramente a él con mis manos, sobre su duro abdomen.
—Esto es lo que quiero. —Me sujeta del cuello y me atrae hacia él, su fuerza me supera, su cuerpo perfecto me atrapa.
—Ya tienes otra esposa, ¿Por qué no estás con ella?
—Ella será mi esposa, pero tú serás mi mujer. — Que demonios está diciendo, dejo pasar eso, ni que me interesara ser su mujer, lo único que quiero es irme lejos de aquí y de él.
—Sal, déjame terminar de bañarme.
