Capítulo 48. Henry está desesperado

3127 Palabras

Horas antes… El pelinegro cuando se encontraba en las joyerías, bajo la custodia de los guardias de la condesa, no dejaba de pensar en Rosa María quien lo dejó más deseoso que antes por no terminar lo que empezaron en aquella habitación. El hombre no se podía concentrar en lo más mínimo, porque el cuerpo de la morena siempre se le venía a la mente. Era como si se encontrara sediento con ganas de saciar esa sed, que en ese momento era su exesposa. Entonces, el hombre ido en sus pensamientos pensando en el cuerpo de la morena se decía lo siguiente: «¡Guao, se me fue por unos días y su cuerpo se puso tan provocativo, esos senos estaban tan apetitosos y su trasero ni hablar! ¡Dios mío de verdad no sabía que desearía tanto su cuerpo…con solo recordarlo me endurezco de nuevo! Necesito verla y

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR