Para venir todo pasó tan rápido eran como flashes que surcaban por su mente. De pronto tenía a Harry entre sus brazos y al siguiente instante se encontraba sobre la ambulancia observando con desesperación a su alrededor. Uno de los paramédicos se acercó a ella y palmeó su hombro con delicadeza, diciéndole que su esposo estaría bien, aún así no logró sentirse tranquila. Bastó un simple pestañeo para estar en la sala de emergencias sentada cabizbaja, mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
Había personas por doquier, enfermeras iban y venían por los pasillos, pero absolutamente nadie le daba noticias de Harry. Sentía una pesadez tan grande en el centro de su pecho, que por momentos se olvidaba de como respirar. Ni siquiera se percató del momento en que Lena Jones llegó, la muj
