*DIMITRI* Al día siguiente… Salimos temprano de la mansión rumbo al hotel de playa, donde hice reservaciones en suite presidencial, la más grande y lujosa, quiero que ella disfrute de los lujos que le fueron negados por mucho tiempo. Corre con la mirada y una sonrisa por el lugar, sabía que le gustaría. —¿Qué te parece, pequeña? —le digo, entrando a la suite. —Nunca había experimentado tanto lujo. ¡¡Guau!! ¡Esto es precioso! ¡Mira Dimitri, qué inmensa es la cama, oh vaya! Mira ven a sentirla… —tomó de la mano y me dirigió a los ventanales, donde podíamos admirar una magnífica vista del imponente mar. —Es perfecto estar aquí contigo, gracias, me encanta, ¿podemos ir al mar? — Bueno, entonces no se diga más, ponte tu traje de baño, mientras me ducho. Cuando salgo de la ducha, me qued

