Annabella: La directora nos autoriza a conocer al aniña que llego hace dos días y que no habla con nadie, eso me emociona demasiado, al entrar en una habitación donde tienen a la niña comienzo a ponerme nerviosa, la pobre niña tiembla y al ver que entran personas a la habitación se pone como un feto en una esquina de este lugar, me acero un poco y me pongo de cuclillas ─ hola, cielo ─ le digo con voz cariñosa ─ supe que no quieres hablar, mi nombre es Annabella ─ le digo estirando mi mano, pero no recibo nada de ella, solo que se encoje mas en su lugar Miro hacia atrás buscando a Amaro, me parte el corazón ver a una niña tan asustada, él se acerca a mi y se pone a mi altura, me toma la mano y comienza a hablar ─ hola, soy Amaro el esposo de Annabella, estamos preocupados por ti, no

