Ruben’s POV
Me sobaba la cabeza, porque sentía una mezcla entre dolor y un ardor bastante fuerte, al cual no ayudaba en nada el sol de plena once de la mañana. Estábamos en las prácticas como siempre, practicábamos unas dos o tres veces por semana, sin contar los partidos oficiales y hoy, jugamos contra el otro once, sólo para ensayar para el torneo que estaba a punto de empezar, pero cómo nos llevábamos como la mierda, nos odiábamos entre sí con el otro grupo rival, jugamos todos como si se tratase de un equipo oficial y en un momento dado, el pelotudo de Ortiz, me dio tremendo pelotazo en la cabeza, que me arrojó al suelo y me costó varios segundos poder ponerme de pie.
No conforme a esto, el boludo se acercó a mí y me dio la mano, para ayudar a levantarme, pero rechacé su ayuda, es que esto se notaba que había sido completamente adrede y yo, que jamás me enojo, estaba que me llevaba el diablo esa mañana.
Me levanté y acto seguido lo miré.
-Me cago en la re putísima madre que te parió.
-Oye Rubén, bájale a la agresividad.-Dijo entre risas, pero cuando vio que iba a golpearlo, se alejó con un evidente susto y mi hermano me agarró del brazo.
-No le des bola a este pelotudo, que si se pone pesado me lo cago a piñazos.
-Primero que todo, hablaba con el Rubén, no con el marido y segundo, ¿necesitas que tu hermanito de defienda?
Exhalé, irritado y vi que no tenía otra opción. Me acerqué para volverle mierda esa cara de pelotudo, pero justo cuando lo agarré por la remera, se acercó el profesor e impidió que le hiciera un reajuste facial y de gratis que no es lo mismo. Yo nunca he sido de meterme en quilombos ni nada así, siempre he sido bien calmado, jamás he discutido con mis amigos y es que ni siquiera con mi hermano, jamás peleamos ni nada, pero cuando es necesario, no dudo en ponerme pesado, porque no voy a dejar que me tomen por boludo, ni mucho menos.
Me quedó tremendo dolor de cabeza del golpe, que sentía que se me estaba partiendo la cabeza en dos y preferí alejarme del hijo de puta, antes de que me lo cagara a golpes, porque no podía ir con un ojo reventado a trabajar.
A la salida, esperaba a mi hermano que se había quedado charlando con unas minas y sabía que les traía ganas a varias de ellas, él les tira a todas. El Julián usa la táctica de Los pescadores, lanza la malla y se come la primera que agarre. Julián es un poco absurdo en ese sentido, le tira al ojo a altas minas y al final, como no todas lógicamente van a prestarle atención a un pibe con pinta de chorro como él, se ve resignado y busca minas de menos calibre.
Lo esperaba junto a mi moto, porque ambos siempre nos vamos en mi moto, porque la que él tenía, la había empeñado luego de haber perdido todo su dinero en el boliche, en una apuesta que era lógico que perdería, pero bueno, cuando él está en pedo, es imposible hacerlo razonar, no le sube agua al tanque.
Estaba empezando a impacientarme, porque el Julián no aparecía y ya había pasado alrededor de veinte minutos esperándolo y no me gusta esperarlo, me desespera. Es que él siempre me hace lo mismo, siempre es el último en aparecer y ya me tiene un poco harto, lo voy a empujar apenas lo vea, porque ni en pedo lo voy a esperar ni un minuto más. Me subí entonces en la moto, metí las llaves y cuando la encendí, vi pasar a Samuel corriendo junto a Chen. No sé por qué corrían, pero parece que estuvieran luchando por su vida o bueno, creo que simplemente estaban jugando algo que requiriera correr. Varias veces los he visto jugar y todas las veces, me quedaba un poco mirándolos. Por supuesto, no miraba a Samu, no quería que Alex se pusiera pesado y viniera celoso a armarme quilombo, me da paja.
Miraba siempre a Chen.
La había mirado durante un par de días cuando lo veía junto a Samu y no sabía que era lo que me llamaba más la atención de él, pero si tenía un algo… tenía algo que lo hacía llamativo y no sabía bien qué era, pero trataba de no mirarlo mucho porque no sabía su edad y al verlo correr y jugar siempre con Samu, quién sé que es menor que yo y que todos mis amigos, me limitaba porque no sabía su edad, no sabía si era menor y probablemente lo era, porque él era muy pequeño, al menos en la mente y sí, también algo mediano, y que fuera pequeño me daba igual, me gusta muchísimo ese hecho, pero si es un niño aún, y lo aparenta, yo por ahí no pasó, pero hoy simplemente lo miré por un buen rato mientras jugaban y se divertían.
Chen tenía una sonrisa bastante bonita, aunque muy poco se reía. Cada vez que se reía, lo hacía tratando como de ocultarse y no sé por qué lo hacía, no sé si es que le falta un diente o qué carajos, pero siempre sonreía como con vergüenza o timidez y bueno, creo que el chabón es bastante tímido porque nunca lo he visto hablar con otra persona que no sea Samu y de hecho, cuando veo a Samuel correr hacia los brazos de Alex, en cámara lenta como en las películas, él siempre se oculta y nunca se sienta en la mesa junto a nosotros, así que nunca le había escuchado la voz, ni había hablado con él. Quedaría imposible porque siempre se oculta y cada vez que Samuel viene, él prefiere alejarse, porque es como si nos tuviera miedo. Creo que le intimida a la seriedad un grupo de pibes grandes y mayormente arrogantes, porque mi hermano y el Hugo vaya que le son, se creen altos pibes que pueden levantarse a las mejores minas, pero a lo mucho lo que se levantarán será una clamidia y les saldría barato.
Los observé jugar por un buen rato, hasta que vi al boludo de mi hermano, acompañar a su mina hasta el coche de su vieja y luego, él se acercó hacia mí, como si no llevara más de media hora de retraso.
-Che, vamos a comernos unas carnitas en la 72.
-¿Carnitas? Te voy es a apuñalar, que me hiciste esperarte por mucho.-Me quejé.
-¿Posta?-Asentí.-Pero que no te veías muy molesto ni nada, tremenda cara de distraído. ¿Qué veías?
-A él.-Le señalé a Chen y él me miró de reojo, enarcando una ceja con una leve sonrisa de malicia.
-¿Al flaco que corre con el Samu?-Asentí.-Mmm, te gustan el chabón, ¿no es así?
-No lo conozco.-Me encogí de hombros.
-Podrías conocerlo, le pedimos al Samuel que te lo presente y coronas.
-Mmm, lo pensaré.-Julián rompió en risas, siempre se ha burlado de mis gustos personales. Quiere conseguirme chicos tipo Hugo o algo así, y no, esos no me van. Tampoco me gusta que me busquen ligues ni nada así.
Julián se ponía el casco y yo lo miré una última vez.
-Pero es re lindo, ¿no crees?
-Pff, ya te perdimos.-Comentó entre risas y suspiré. Se subió en la moto, la encendí y nos fuimos.