El principio de nuestra amistad

2096 Palabras
Narra Elizabeth El solo asintió y después cambiamos de tema, a las seis de la tarde salí de mi oficina, cerré toto don lleve y baje al estacionamiento donde me esperaba Matt como siempre. Cuando llegue a mi casa, deje todas mis cosas ordenadas y me fui a dar una hermosa y relajante ducha, cuando me fue suficiente salí de ahí con mi bata y fui hasta mi armario a buscar un vestido, cuando vi el hermoso vestido n***o con brillo de una sola manga que me regalo mi mejor amiga me di cuenta que ese perfecto para a la ocasión, me puse mi crema corporal y después de eso me empecé a vestir, cuando termine con el vestido, me puse mis zapatos negros junto con mis aretes y pulseras del mismo color, me maquille al natural y pinte mis labios de rojo, agarre mi bolso puse todo lo necesario uy una vez lista baje, cunado llegue ala sala me di cuenta que ya estaba Sebastian esperándome mientras se tomaba un vaso de su whisky favorito, cuando escucho el ruido de mis tacos se dio la vuelta y me regalo esa sonrisa que tiene exclusivamente reservada para mi. —¡Wow! cada vez estas mas hermosa. Me dijo aun sonriendo una vez que estaba abajo, yo lo mire y el también estaba muy guapo. —Gracias, tu también estas muy guapo, en verdad lamento arruinar tu noche que cacería. —Gracias por el alago, y sabes perfectamente que no arruinaste nada, a parte me encanta verte asi de poderosa, pero mi parte mas favorita de esta noche va hacer cuando destruyas el ego de este hombre sin mover un solo dedo. Me dijo cambiando su sonrisa exclusiva para mi por una llena de maldad y diversión, yo solo puse los ojos en blanco y el me acercó mas a el y termine con mis manos enredadas en su cuello y las suyas en mi cintura. —Vas a disfrutar mucho de esto, ¿verdad? —Mucho, a parte yo viví eso en primera persona. me dijo mirándome a los ojos, haciéndome recordar la primera vez que nos conocimos. —Y asi estamos hoy en día, sos la persona mas impórtate en mi vida, y juro que jamás quisiera perderte. Le dije mirándolo sin apartar nuestras miradas mientras le acariciaba el rostros, el se acerco a mi y me beso, fue un beso suave y muy tierno tratándose de el, una vez que nos separamos me volvió a mirar a los ojos y me volvió a sonreír con mi sonrisa. —Eso jamás va a pasar, te lo juro. Me dijo para después volver a besarme, nos separamos y salimos de mí casa para ir al restaurante, el sabe perfectamente que jamás me gusto la impuntualidad y jamás me va a gustar. Mientras íbamos camino al restaurante me puse a pensar el día que lo conocí, lo conic gracias a que mi papa me pidio que haga un proyecto con el. Flashback Hoy por fin era la reunión con el señor Samuels, estuve semanas organizando e investigando sobre el proyecto que i papa me dio a cargo, y cuando leí las carpetas que mi papa me dio y no me convencieron asi que hice lo mejor que siempre se hacer, lo empecé a ser a mi estilo y a mi manera. y hoy después de semanas era la reunión. llegue a la empresa de mi papa y como siempre llegue antes. Cuando entre fui directamente a mi oficina, cuando entre lo primero que hice fue empezar a organizar todo, estaba tan concentrada leyendo y revisando que todo estuviera bien que no me había dado cuenta hasta que alguien golpeo la puerta, cuando di el pase, entro Dorothea la secretaria principal de mi papa y temporalmente la mía. —Disculpe que la moleste señorita Goldstein. —Dorothea, sabes perfectamente que debes llamarme Liz, no me gusta que tu me llames de esa manera. — Lo siento es la costumbre, pero le vine a avisar que el señor Samuels acaba de llegar. —Muchas gracias por el aviso Dorothea. Le dije con una sonrisa, ella solo asintió y salió de mi oficina, agarre todas las carpetas que tenia preparadas para la reunión y me dirigí a la sala de juntas, cuando entre un hombre de al menos un metro ochenta estaba mirando por la ventana, cerré la pueta y me dispuse a hablar de la manera mas profesional que tenia. —Buenos días señor Samueles. Dije y en ese momento el se dio la vuelta y dios cuando mire esos ojos azules quede realmente impresionada, a simple vista se ve que intimida, pero yo no iba a dejar que lo hiciera, sus ojos me escaneaban hasta que sus ojos se conectaron nuevamente con los míos y me regalo una sonrisa. —Buenos días, estoy esperando a la señorita Goldstein. —Buenos días, Elizabeth Goldstein. dije estirando la mano y el me miro con el ceño fruncido, me volvió a mirar y después de estar con la maro estirada el se acerco y me la estrecho y después de unos segundos volvió a hablar. —Oh bueno... no sabia que una.. —¿Niña? —No, no iba a decir eso, le iba a decir que no sabia que tendría una junta con una hermosa señorita. Dijo con una sonrisa que yo correspondí inéditamente, luego de eso, ambos nos sentamos para poder hablar a lo que realmente era impórtate, pero a medida que le iba explicando todo referente al contrato me fui dando cuenta que mi propuesta no lo estaba convenciendo entonces me detuve, cuando el lo noto soltó un suspiro y hablo. —Señorita Goldstein yo no estoy de acuerdo con todo esto, Yo entiendo que este es su primer contrato, pero no estoy realmente convencido con este proyecto, será mejor para todos que reprograme mi cita y hable directamente con su padre del proyecto original. Dijo cautelosamente, como si pensara que sus palabras me van a lastimar y saldría corriendo como maldita niña de nueve años, yo viví y crecí rodeada de todo esto, mi padre esta en este negocio desde mucho antes de terminar la universidad y mi abuelo me siempre me enseñaba lo que era mejor y seguro, me levante de mi lugar y le mire con una sonrisa. —Señor Samuels, con todo respeto pero este es mi proyecto, y la presencia de mi padre no esta en discusión, este proyecto es lo mas segura y adecuado para ambas empresas. Estoy completamente segura que nadie le va a ofrecer un mejor contrato en estas condiciones, se perfectamente todo lo que debo saber para hacer y deshacer sin correr ningún solo peligro, pero si no esta de acuerdo con esto entonces la reunión se termino. Ah una cosa mas, crecí prácticamente en esta empresa rodeada de personas y contratos como estos, no son ninguna estúpida ni nada que se le parezca, como dice mi abuelo, es mejor arriesgarse que ir a lo seguro, eso no es vivir. Le dije con una sonrisa y firmemente, usaba ese tono cada vez que me quería dejar en ridículo, ambos nos levantamos de nuestros asiento y lo despedí, con mucho profesionalismo. —Es una lastima que no quiera aceptar mi propuesta original, pero bueno de los errores se aprende. Dijo con una sonrisa y actitud asquerosamente arrógate, pero como siempre yo no me quede callada, no me gusta ese tono y jamás me va a gustar y el que las usa conmigo se las hago pagar. —Lo mismo digo señor Samuel, espero que aprenda de su error y vuelva pronto. Le dije con la misma sonrisa que el uso, el que me las hace me las paga siempre me digo eso, cuando por fin nos despedimos, deje todo en mi oficina menos la carpeta con la propuesta y me dirigí a la oficina de mi padre, cuando entre el dejo todo lo que estaba haciendo y me regalo una sonrisa, me acerque y me senté enfrente de el. —¿Y?¡¿cerraste el trato con Samuels? Pregunto con entusiasmos y yo solo solté un suspiro para después darle la carpeta. —No, no lo cerré por que el no quiso aceptar la propuesta que le di. Le dije mientras le entregaba la carpeta que tenia entre mis manos, el soltó un suspiro y agarro la carpeta que le extendí. —Liz ese contrato era prácticamente sencillo lo que tenias que hacer. Dijo antes de mirar la carpeta, yo solo guarde silencio esperando a que el lo mirara, sabia lo que hacia, cuando vio que no le respondí el soltó un suspiro y empezó a mirar la carpeta que le extendí, cuando la empezó a leer tenia el ceño fruncido pero a medida que iba mirando y leyendo las hojas su rostro cambio totalmente y cuando me miro tenia una gran sonrisa. —Liz...esto.. esto es.. —Se perfectamente que no es nada a lo que me habías entregado y es completamente diferente al original, pero estuve estudiando las propuestas y las estadísticas y me di cuenta que esto es mucho mejor de lo que me habías entregado, se que es completamente arriesgado, pero se que se puede hacer. se lo que me dijiste pero... —Liz, esto es reamente increíble, es un gran propuesta y sinceramente es una gran lastima que el señor Samuels no lo quisiera firmar. —Bueno... pero no te preocupes el va a volver. le dije con una sonrisa y completamente segura de mis palabra, el levanto la vista y me iro con aun ceja arqueada. —¿Por que estas tan segura? —Por que yo casi nunca me equivoco. Le dije con una sonrisa, después de eso, nos fuimos a almorzar como todos los días. Dos semanas Estaba en mi oficina leyendo unos documentos importantes cuando escuche que golpean la puesta. —Adelante. Dije sin levantar la vista de los documentos, solo escuche como abrían y cerraban la puerta. —Buenos días señorita Goldstein. Dijo una voz muy conocida, cuando levante la vista vi al señor Samuels y después vi el ramo de flores que tenia en la mano, deje los documentos sobre el escritorio y me levante para saludarlos. —Buenos días señor Samuels, lo siento mucho pero no sabia que tenia una reunión con usted. —Es que no programe ninguna, decidí venir sin cita previa, espero que no le moleste y esto es para usted. con una sonrisa mientras me extendía el ramos de flores que tenia en sus manos, yo las agarre y las deje sobre mi escritorio con delicadeza, después lo volví a mirar. —Muchas gracias, no debió molestarse, entonces....¿busca a mi padre? —No, vengo a verla a usted señorita Goldstein. —Señor Samuels, sinceramente estoy muy confundida, si no le molesta, ¿podría ser mas especifico? —Vengo a verla a usted señorita Goldstein, por que le debo una disculpa y también vengo a admitir mi error, usted tenia razón, el contrato que me dio es el único que le conviene a ambas empresas, y si acepta mis disculpas quisiera firmar ese contrato que me mostro y empezar con su proyecto cuanto antes. Dijo con una sonrisa y yo se la devolví, busque el proyecto que le había entregado en la primera reunión y ambos firmamos, después de eso seguimos hablando sobre el proyecto. Fin del flashback Desde que firmamos ese proyecto nos volvimos inseparables, cuando le dije mi papa me había echo la dueña directa de la empresa de aca de Londres el no tardo ni un segundo en preguntar en cuanto nos veníamos para aca. estaba tan concentrada en mis recuerdos que no me di cuenta que estábamos llegando al restaurante hasta que Sebastian me toco mi mano, gire a verlo y el estaba con una sonrisa. —Perdón, ¿Qué me decías? —Que ya llegamos, ¿en que pensabas? —Pensaba en el día que nos conocimos. —¡Dios!, ese día conocí a la mujer mas hermosa e inteligente de toda mi maldita vida. Dijo con una sonrisa, se acerco a mi y me volví a besar como lo había hecho antes en mi casa. —Te amo, preciosa. —Y yo te amo a ti guapo. Le dije con otra sonrisa para después darle otro beso, cuando llegamos Sebatian estaciono el auto, le dio las llave al valet, se dio la vuelta y me ayudo a bajar. entrelazo nuestros dedos y ambos entramos al restaurante.
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