Tenía resaca. Algunas de las camareras adivinaron el problema y se burlaban de él y poco a poco lo persuadieron de sonreír y hablar un poco. Le hizo sentirse mejor y pronto empezó a tomar un "pelo de perro". Llenó el tiempo hasta las seis en punto como de costumbre: paseando, una cerveza aquí y una charla; una cerveza allí y charlar, pero nunca alejándose mucho de la zona donde se encontraba Daddy's Hobby. Lek, por otro lado, estaba muy ocupada. Primero dejó la ropa sucia asegurándose de que supieran que tenía que estar lista en veinticuatro horas. Luego, fue al banco y sacó suficiente dinero para poder comprar regalos para l evar y tener algunos bil etes en su bolso para demostrar que estaba "bien". Nunca antes había l evado a nadie a casa y estaba ba

