-Atrapenla!-
-No la dejen escapar!-
Gritaba una multitud mientras me persigue, intento alejarme lo más rápido posible.
-Ya es suficiente, no tienes escape- dice un hombre corpulento de barba mientras sonríe de lado y se acerca lentamente a mí.
-Detente!!!-grito haciendo que el hombre detenga su paso-si sigues caminando, juró que saltare!
-No me hagas reír, no serías capaz-me dice el hombre sin creerme
Acabando de decir aquellas palabras, me doy la vuelta y me dirigió a la orilla del edificio dónde me encuentto *prometo que te protegere* pienso mientras acaricio mi vientre, sonrío y saltó...El hombre sin poder reaccionar ante aquella acción, tarda en actuar. Sin embargo cuando se acerca a la orilla de aquel edificio, no logra verme, he desaparecido...
-¿Que esperan?! Busquenla!! No debe estar lejos...
Abro los ojos rápidamente, me despierto sobresaltada...ese sueño otra vez,. Que puede significar ese sueño recurrente que he tenido...Me limpió el sudor de la frente y tomo un poco de agua que se encuentra en la mesita de noche. (toc-toc). Me sobre salto al escuchar que tocan la puerta.
-¿nana?-escucho una vocecilla al otro lado de la puerta que me hace sonreír por inercia
-Adelante-veo una pequeña figura atravezando el marco se acerca a mi cama.
-¿tuviste esa pesadilla otra vez?-pregunta sentándose en la orilla. Asiento, y acto seguido me abraza.
Su corto pelo hace cosquillas en mi nariz. Huele a canela, siempre me tranquiliza estar así con esta pequeña traviesa.
-estoy bien pequeña-le aseguró intentando sonreír, me observa y se aleja dirigiéndose a mi clóset.
-mamá y Sara te esperan abajo, nana-sonrió cuándo me llama así. Zoe, mi pequeña hermana de 9 años nunca logro decir mi nombre cuándo comenzaba a hablar, así que me llama "nana".-¿porque no te colocas esto?-
-¿eso?-me quedo boquiabierta al ver el atuendo que Zoe propone-espera, no habrán prepardo algo...demasiado grande ¿verdad?-
-te espero abajo-dicho aquello sale saltando de la habitación
*¿ahora que trama?*
Me coloco unos pantalones cortos negros que hace rato no me había puesto, creo que solo los usé una vez al ir a un concierto en la ciudad, ni siquiera recordaba que los tenía. Un top corto y ajustado de color verde metalizado, pero bueno ¿está niña que piensa? y yo, ¿que estaba pensando al comprar esto? Me pongo unas botas altas negras que llegan hasta la rodilla y me hago un moño alto.
Una vez vestida, salgo de mi habitación y bajo las escaleras, todo esta oscuro. Zoe dijo que me esperaba abajo, pero no la veo, tampoco veo a Sara o a mi mamá...
-¡¡¡Sorpresa!!!-Gritan mientras salen detrás del Sofá, otras personas que reconozco salen debajo de la mesa del comedor, también están mis compañeros del colegio. Me quedó en shock.
-¿pero que...?-
-feliz cumpleaños cariño-se acerca mamá a abrazarme, le acepto gustosa el abrazo, me da un beso en la frente
-gracias, ¿ustedes planearon todo esto?-
-no realmente-llega mi hermana Sara, bastante madura para su edas de 14 años-fue tu amigo Luis-
-¿Luis?-me quedo sorprendida, es el chico más guapo y popular de la escuela y debo admitir que estoy loca y totalmente enamorada de él.
Lo veo al fondo, y el me mira y me saluda con la mano, me sonríe y podría jurar que me estaban flotando corazoncitos a mí alrededor. Cuándo empezó a acercarse todo mi pulso se me aceleró.
-Hola Dayana, feliz cumpleaños-dice al llegar a nuestro lado.
No le respondo, mi corazón está latiendo como loco que casi podría salirse. Pongo mi mano en mi pecho intentando calmarlo, pero no funciona, creo que detuve la respiración. Me quedo mirando sus labios perfectos y su pelo tan hermosamente rizado, veo como baja los ojos y puedo ver sus hermosas pestañas largas. Siento un codazo y volteó a mi lado. Es Sara que me anima a hablar, parece que me he quedado demasiado observándolo porque veo como Luis se rasca la nuca incómodo.
-Hola...em...gracias-digo apenas en un susurro, el me sonríe y se aleja para ir con unos amigos del cole que lo esperan. Al parecer invitó a toda la escuela, ¿de verdad tenía que hacer esto tan grande? Seguro que la mayoría ni me conoce, suspiro llamando la atención de mi mamá.
-animate cariño, es tu cumpleaños...debes pasarla increíble-fuerzo una sonrisa no muy convincente, me da una palmada en el hombro y se retira a la cocina.
-creo que también le gustas-dice Sara con los brazos cruzados mirando por dónde Luis se fue.
-¿tu que puedes saber enana?-la miro con una sonrisa, sé que odia que la llamé así, es bastante baja para su edad.
-te he dicho que no me llames así, mensa...y si no le gustaras no hubiera hecho algo así por ti, ni siquiera hubiera recordado tu cumple-tiene un buen punto.
-me hubiera bastado con nosotras, y bueno...también él-me sonrojo al decir lo último
-vamos a bailar-me jala a la pista improvisada que se creo enmedio de la sala.
Mientras bailamos Zoe se une a nosotras, no pregunté dónde estuvo todo ese tiempo porque sé donde estaba. Esta pequeña es una fanática de las golosinas, y es seguro que estaba devorando los postres.
Mientras transcurre la noche me doy cuenta que la casa se ha vaciado, más sin embargo, aún quedan personas. Algunas estan bebiendo en las escaleras o en el pórtico, y hay una pareja que se están comiendo la cara en el sofá, me quedo boquiabierta viendo como se manosean en mi sofá *Dios, estos terminarán más calienten que un horno terminado de ocuparse* me dirijo a ellos y carraspeo para llamar su atención, pero ellos siguen muy concentrados en lo suyo para notar si quiera mi presencia.
-Disculpen-hablo, y la pareja se separa de mala gana
-¿que quieres?-dice la chica, me parece que va conmigo en biología
-no...em...no pueden hacer eso aqui-les digo algo incómoda por la situación-veran, eso...mi hermanita
-¿acaso te quieres unir?-dice el chico con una sonrisa arrogante. Me quedo pasmada por su pregunta y notó que a mi compañera no le agradó su propuesta.
-No seas imbesil Mario-escucho una voz familiar detrás de mí, siento un brazo a mi alrededor. Volteo mi rostro y veo a centímetros de mí el rostro tan bien definido de Luis.
Mario, que al parecer es el sub-capitán del equipo de fútbol de nuestra escuela hace un gesto con los hombros.
-tranquilo Luis, no sabía que esa perra ya te pertenecía-me quedó estática de la furia por la manera en como se refiere a mí. Cuando estoy a punto de darle un golpe, alguien se me adelanta.
Mi rizado amigo ya le ha roto el labio.
-No vuelvas a hablar de ella así-dice mientras me jala hacía el patio trasero.-siento eso-
Dice con la mirada hacía el suelo.
-no pasa nada, no sé porque eres amigo de alguien así-se me sale decirle y no sé si lo he empeorado. Suelta una carcajada.
-tienes razón
Se hace el silencio, más no es incómodo. Me le quedo viendo a los labios y me avergüenzo de mis propios pensamientos, veo como se le hace una pequeña sonrisa. Y notó que el también me esta mirando.
Se acerca a mí y yo me quedo quieta con la respiración muy agitada, ¿es lo que estoy pensando? ¿De verdad me va a besar? Toca mi rostro con su suave mano, luego mi cabello y finalmente acorta los pocos centímetros que nos separaban.
Me besa suavemente y despacio, le devuelvo el beso. Solo somos el y yo. No sabía que podía ser así, hace poco estaba reclamandole a mis compañeros por comerse la cara y ahora estoy haciendo lo mismo.
Nos separamos y el me mira a los ojos, su mirada es dulce.
-Dayana, me gustas mucho y yo...-sus palabras quedan en el aire, su mirada se esta apagando, se empieza a caer y lo trato de sostener con todas mis fuerzas.
Un sujeto enorme saca la espada que le ha enterrado a Luis y esta llena de su sangre, la lame como si fuera un caramelo. Mi mirada se llena de terror. Pero no por ese tipo, si no por perderlo.
-no, no...-no puedo ni completar una oración, está en el piso lleno de sangre, alcanza a decir algo que no escucho, no logro entenderlo.-Luis...no te vayas-finalmente digo, pero ya es tarde, su mano cae sin vida, su mirada está vacía. Su corazón se ha detenido.