NARRA MIKHAIL.
Aquí estoy nuevamente, las cosas por mi no tan querido hogar estuvieron normales. Después de todo mis hermanos y yo estuvimos escondidos en nuestra casa del árbol, menos Melanka y Maksim, ellos están siempre con nuestros padres. Ya me estoy cansando de lo mismo de siempre, quisiera recorrer los alrededores del palacio, con paz y tranquilidad, sin correr el riesgo de que le hagan daño a mis hermanos, sin que les obliguen a hacer cosas que no les gustan; sería demasiado bueno para ser verdad.
Estoy en mi habitación leyendo un libro, el cual habla sobre crímenes, traiciones, revoluciones, armas y demás cosas. Es un libro que esta prohibido ante la sociedad, el libro es un regalo de Aleksei por mi cumpleaños número dieciocho, lo cuál agradezco que me haya dado este libro.
Doy vuelta de página y un tema en específico logra captar toda mi atención Los crímenes de la mafia. Esto sería lo que hace el italiano, según leí el estaba en Siberia. Continué leyendo, estos temas me dan una sensación extraña, quisiera experimentar esto lo que las personas tanto temen. Muy dentro de mi quiero que la gente me tenga miedo, que me pidan piedad para no acabar con sus vidas, que todas las personas que han tratado mal a mis hermanos paguen con sus vidas.
Quisiera que todas las personas se arrepientan, quisiera asustarlos, que mi propia presencia les cause miedo, que huyan por sus vidas. A mi corta edad he visto como los de la clase alta mataban a personas que casi no tenían nada, ni siquiera para comer, las mataban en frente de sus puertas, a nadie le importaba, solo importa tu estatus social y cuánto dinero tengas.
Si tu tienes demasiado dinero nadie te dirá nada porque eres de un estatus respetable, eso pasa en mi familia. Mis padres son unos asesinos, matan a aquellas personas que no tienen nada para comer, esas personas tienen una familia la cual alimentar, pero a ellos no les importa.
Muchas veces quisiera que mis propios padres paguen por todo el mal que hacen, que se arrepientan, y en lo peor de los casos, que mueran. Es mi propia familia, pero escorias como esas no merecen vivir, juzgan a las personas y buscan ser el centro de atención, quisiera que todo en mi familia cambiara; seria demasiado bueno para ser verdad.
Miro mi cama, un elegante traje esta extendido ahí, un traje con finas telas, una de las telas mas caras de toda Rusia ¿Para que esta ese traje ahí? Tendré que explicar el porque. Cada año se hacen bailes para encontrarme a la prometida mas adecuada y poder sentar cabeza, en cada baile que hubo siempre estuve aburrido mirando como cada familia se acercaba junto a sus hijas para que yo escogiera a una de ellas como mi esposa. No tengo el porque de negar, todas esas mujeres son bastante hermosas pero, toda su hermosura se va en un instante, vistiendo vestidos a mi parecer bastante extravagantes y llamativos, con un tono de voz mas que insoportable.
Hasta dan ganas de cortarte las orejas...
Puedo decir que no es lo mío, quisiera casarme con una mujer que yo ame y ame a nuestros hijos, que no los maltrate y no los regañe por cualquier tontería, quiero que sean felices, que se expresen a su manera y que sean felices; y poder experimentar esa mariconada de vivieron felices por siempre...
La vida me enseño a no fiarme de nadie, la única persona en la cual confío es Aleksei y su familia, su familia es bastante anormal ante la sociedad, ellos no andan como las demás personas, solo se comportan cuando es estrictamente necesario. En cambio mi familia es bastante estricta, ellos necesitan la aprobación de la sociedad ¿Por que? porque según ellos se sienten "poderosos" pero, la verdad es otra.
La familia de Aleksei, o como se les llama, "La familia de Vladimir" son bastantes poderosos, son más poderosos que los mismísimos zares. Ellos ocultan su apellido, porque la ley dice que nadie puede ser mas poderoso que los zares. Ocultan su apellido porque si los zares se enteran, se les quitara todos sus bienes, y nadie quiere eso.
Yo soy la única persona que conoce su apellido, la verdad me alegra bastante que Aleksei me allá podido confiar un gran secreto, conozco a toda su familia, y digamos que ellos me consideran parte de su familia.
Escucho que tocan la puerta y no contesto, lo último que quiero es que me digan "Tendrás que estar con los zares y conseguir la mano de su hija". Siguen tocando la puerta pero, con desespero.
-¡PASE!- digo furioso, que fastidio.
Entra mi "madre" por aquella puerta, quién sabe que va a querer.
-Hijo necesito tu ayuda- dice ella cansada, yo por parte levanto una de mis cejas queriendo saber en que me va a necesitar.
-¿Para que me necesitas?- le pregunto serio, ella por su parte solo me mira enojada pero, se vuelve a recomponer.
-No eh encontrado a tus hermanas, la única que encontré fue a Melanka- dice ella bastante enojada, yo aguanto una carcajada y me mantengo serio.
-¿Quieres que valla a buscarlas?- ella asiente- No las voy a buscar, ese es tu trabajo- digo haciendo énfasis a mis palabras.
Ella por lo que veo, se enoja mas de lo que ya estaba.
-¿Acaso me estas faltando el respeto?- simplemente me rio- hijo, yo no le veo la gracia- dice ella seria.
-¿Sabes porque me rio?- le pregunto y ella niega- me rio porque después de bastante tiempo me pides respeto, cuando tu a mi jamás me respetaste- ella me mira ofendida- iré a buscar a mis hermanas- digo eso y me levanto de mi cama.
-Te voy ha acompañar- dice ella, la miro bastante mal. No le mostraré la casa del árbol, después de todo es el único lugar que puedo estar tranquilo junto a mis hermanos.
-No es necesario madre- lo último lo digo con desagrado, no merece que la llamé madre-. Yo iré a buscarlas, y no quiero que me acompañes- digo eso y me voy a pasos rápidos.
Salgo del palacio percatándome primero que nadie me siguiera, fui corriendo a la casa del árbol y encontré a mis hermanas pero, no encontré a Marisha.
-¿En donde esta Marisha?- digo alarmado, mis hermanas quienes estaban bordando, menos Sophia la cual esta leyendo un libro, me miran.
-Marisha esta cerca del río- Sasha vuelve a mirar su bordado- ella dijo que vendría en un rato- dice Sasha y se levanta- te llevaré al lugar en el cual Marisha se encuentra- dice eso y se baja de la casa del árbol y luego yo.
Ella agarra mi mano derecha y me guía al bosque, caminamos por un sendero bastante estrecho.
-Los bosques en estas épocas del año me encantan, dentro de unos días el frío ruso volverá, y también la nieve. Quiero ver la nieve cuando caiga, los bosques de color blanco, cubriendo su color verde y haciéndolos ver de ese blanco tan elegante- dice Sasha con una sonrisa mirando el bosque.
-¿Te gusta el invierno?- le pregunto y ella ríe- el invierno esta en todas partes, pero nada se compara al invierno ruso. En estas épocas del año se dice que es muy solitario, para muchos estos climas son tristes, muchos creen que el invierno te hace sentir solo- su sonrisa decae-. Pero, para mi estos climas son hermosos, te hacen reflexionar y comenzar una nueva época del año. El invierno ruso me encanta, y estoy emocionada porque pronto llegara- termina de decir y una sonrisa se ensancha en su rostro.
-Hermana, te prometo que cuando caiga la nieve, te llevare a recorrer al bosque en mi caballo- le digo sonriendo y ella me abraza.
-Hermano mayor eres el mejor- su rostro refleja felicidad- jamás pensé que harías esto por mi- pequeñas lágrimas de felicidad caen por sus blancas mejillas.
-Hermana querida, siempre pondré la felicidad tuya y de nuestros hermanos primero que la mía- digo sonriendo secando con mis pulgares sus mejillas.
Seguimos caminando en silencio por el bosque, hasta que llegamos a una parte y Sasha me tira al suelo.
-¡¿Qué te pasa?!- le digo enojado y confundido.
-Cállate y mira- dice ella sentándose a un lado de mi.
Decido mirar y veo a Marisha con un chico dando vueltas y riendo. Unos celos incontrolables comienza ha apoderarse de mi y Sasha agarra mi brazo.
-Se lo que quieres hacer y no te voy a dejar- dice ella mirándome seria y me suelto de su agarre.
Me dirijo junto a Marisha y ese chico, ella esta sonriendo, después de lo que ella paso jamás pensé que volvería a sonreír así.
-Marisha- digo serio y con voz grave, ella se gira de golpe y me mira asustada, ese chico también pero el no me interesa.
-Hermano mayor ¿Qué haces aquí?- pregunta ella tratando de sonar "normal" pero se nota el nerviosismo en su voz.
-Lo mismo quiero saber yo- le digo con seriedad y no cambio mi tono de voz.
-¿Quién te mostro este lugar?- me vuelve a preguntar mirándome con duda.
-Sasha me dijo que estabas aquí- le digo con simpleza y señalando a Sasha la cual se retira.
-Hice un nuevo amigo- dice ella cambiando de tema, señala al chico y lo miro con aburrimiento.
-Discúlpeme señor, mi nombre es Tyler Nóvikov- dice el extendiendo su mano.
Sus manos están sucias, no me interesa y estrecho mi mano con la de el.
-Un gusto, soy Mikhail Motkaevich Sokolov- digo y suelto su mano, el parece por un momento temblar pero lo disimula.
-Es un placer conocerlo señor Sokolov- dice el inclinando la cabeza en señal de respeto.
-Llámame Mikhail, señor Sokolov ya me hará sentir viejo- digo mostrando una sonrisa sincera y el solo asiente.
-Tyler fue un gusto hablar contigo hoy, me retiro- dice Marisha despidiéndose de Tyler y me agarra el brazo.
-Ojalá y nos volvamos a ver pronto- dice Tyler, Marisha sonríe y yo hago un gesto con la mano.
Nos alejamos de aquel lugar y nos encaminamos junto a nuestras hermanas.