Capítulo 40. La heredera que nadie esperaba.
Mi madre giró la cabeza, alzando una ceja con esa altivez que la caracterizaba siempre.
-- Por supuesto. Él también ha sido invitado. La familia Marchand confía mucho en él, según tengo entendido –
-- ¿Confían? – ironizó Valentina, soltando una risita suave.
-- Yo diría que ambos se aprovechan del otro. Un hombre con un apellido tan importante siempre termina al lado de una mujer similar, ¿no es asi cariño? –
No respondí, pero aquella frase no me gustó para nada... Valentina estaba insinuando que yo no debí aceptar nunca el matrimonio con Camille. Pero también me dio lo que necesitaba: una excusa para acercarme a él.
Mark estaba allí, solo, y eso lo decía todo.
Quizás Camille ya no estaba con él.
Quizás lo había dejado.
O mejor aún… qu
