Nuevos ataques.

2513 Palabras
Karl mira por la ventana pensativo, acaba de hablar con Sigmund, tiene nuevas instrucciones, pero no le dice nada de Kira, solo que está bien, cosa que a él no le consta. Se siente molesto, abrumado. Suspira pensativo mientras observa el cielo y escucha roncar a Jon. Su pecho se llena de furia, no está dispuesto a esperar un día más sin saber nada de su mujer. Entonces se acuesta con un plan en mente, cumplirá con la misión solo si encuentra a Kira. Es lo que más desea. Su mente divaga en recuerdos de su sonrisa, de su mirada color miel, recuerda como ama ese momento en el que sus pestañas bailan coquetas mientras lo mira en medio de alguna travesura o de un acto de amor apasionado. Cuando Karl estaba en la secundaria se enamoró de Kira apenas la vio. La chica nueva, una mexicana tímida, cuyos padres acababan de ingresar al país como refugiados, inmigrantes en búsqueda de un futuro mejor. A Karl le atrajo de inmediato. Así que se propuso conocerla. Se volvieron amigos inseparables, entablaron una relación intensa, pero Kira debió volver a México. Perdieron contacto unos años, pero Karl nunca la olvidó. Aunque tuvo otras relaciones , ninguna lo hizo sentir como kira. Una tarde cuando estaba en el tren debido a una misión, Karl vio subir al tren a una hermosa mujer. Era ella, era Kira. Tenía un mes de haber vuelto, él la observaba algo nervioso, estaba más grande, mas hermosa, quería acercarse, pero tenía miedo. Miedo de que ya él no significara nada para ella. De repente la vio bajar, Karl sabía que era ahora o nunca, si se bajaba del tren perdería la misión y Sigmund le daría una reprimenda segura, pero no podía perderla, no otra vez. Karl se levantó de prisa y se bajó tras ella, ella caminaba de prisa, él se acercó lo suficiente y la tomó de un brazo. Ella se giró sobresaltada, al verlo, frunció el ceño intentando reconocerle, entonces sus ojos empezaron a iluminarse. Era él, era Karl. Kira ríe incrédula, él le sonríe dichoso, entonces ella se abraza a él muy conmovida, no lo podía creer, era Karl, desde que llegó lo buscó, pero no pudo dar con él. Ahora estaba abrazada a él mientras él la apretaba fuerte contra su pecho. Se sentaron en unas banquetas cercanas, por un instante solo podían mirarse y sonreír, hasta que ella rompió el silencio, le dijo que estaba muy feliz de verlo, él no pudo resistirlo más y la besó, la besó con dulzura, luego con pasión, ella temblaba entre sus brazos. De allí en adelante sus vidas se volvieron a unir, Karl trataba de pasar el mayor tiempo con ella, pero sus misiones muchas veces los separaban por un día, varios días o muchos días. Kira empezó a creer que Karl la engañaba. Algunas veces llegaba herido y le tenía que inventar algún asalto, Karl no podía decirle que era espía, pero llegaría el momento que tendría que elegir si su trabajo, trabajo que amaba o Kira, el amor de su vida. ….. Actualidad. Los rayos del sol entran por la ventana y despiertan a Karl, quien apaga su teléfono , se da una ducha, y al salir comienza a vestirse, luego recoge sus cosas y despierta a Jon. Este lo mira confuso. —¿Que haremos hoy Karl?— Karl sonríe con sarcasmo. —No se tú, yo voy a buscar a mi mujer. —¿Que? ¿Cómo? Por qué? ...No sé suponía que primero la misión y luego..— pregunta sentándose en la manta que tiene tendida sobre el piso donde duerme. Karl no lo deja terminar. — Mi misión es proteger a Kira, al diablo el gobernador y esta maldita isla— dice mientras revisa sus armamentos y se cuelga su arco, sus flechas, y toma todas sus cosas. __No me parece que sea una buena idea Karl, a Sigmund no le va a gustar. —No me importa, puedes irte si deseas, no te quedes en esta infernal isla o pide apoyo, yo no voy a hacer nada más si no encuentro con vida a Kira—dice saliendo del cuarto del hotel, Jon se incorpora, se coloca rápidamente el pantalón y una camisa, toma su teléfono y le marca a Karl. —Espera hermano... Se que me voy a arrepentir… pero voy contigo. Karl suspira, sonríe y lo espera en el auto. Minutos después Jon llega, sube al auto, lo mira ,ambos sonríen y Karl pone en marcha el auto. Paran primero para desayunar y luego siguen su camino. — ¿A dónde se supone que iremos? —A la zona sur, estoy seguro que están allá. —¿Estás seguro de que el gas rojo desapareció y junto con él los monstruos de los ojos rojos?—pregunta Jon algo preocupado. —Si..estoy seguro. No tienes nada que temer Jon, además, tú tienes el arma, recuerda. Jon ríe sarcástico sin dejar de mirar el camino. Llegan a un pueblo casi una hora después. Se detienen en un sitio de comida para descansar un poco y usar un baño. Karl está de pie frente a un urinario mientras Jon se toma un café esperándolo fuera. Alguien entra al baño , Karl no le presta atención, sigue en lo suyo, cuando siente un fuerte golpe que lo hace chocar contra la pared, Karl sacude su cabeza aturdido y gira a mirar a quien lo ha golpeado, tocando su cabeza y sintiendo un poco de sangre correr entre sus dedos, tal vez es un asaltador, no debieron parar en un sitio de mala muerte como ese. Al mirarlo Karl nota algo que no esperaba, un infectado. Sin darle tiempo a asimilarlo recibe otro golpe con un bate que Karl logra detener en el aire tomando el bate y arrojando con fuerza a su atacante contra la pared. Este grita de un modo escalofriante, un grito extendido y profundo, sus ojos están rojos, se levanta y corre de nuevo hasta Karl quien ha tomado su arma y le da un disparo que lo arroja de nuevo contra la pared dejando una gran mancha de sangre en la misma. Jon se gira a ver el alboroto que se forma dentro del lugar, las personas gritan buscando donde esconderse. Las mesas son volcadas por la gente que minutos antes miraban apacibles un partido de football en una pantalla de televisor que cuelga de una pared mientras tomaban un café o alguna otra bebida y que ahora revolvieron el lugar buscando protegerse. El dueño del lugar toma una escopeta, Jon pone su mano en su arma y corre hacia adentro, sabe que Karl iba a usar el baño así que le da una patada a la puerta y entra, encontrando a un cadáver y a su compañero limpiado un poco de sangre que chorrea de su cabeza frente a un espejo. —¿Qué sucedió aquí Karl? —Un maldito infectado, rompió mi cabeza— Jon revisa su herida, el dueño del local entra y mira horrorizado el cadáver luego apunta Jon y a Karl. —Tiren sus armas al piso—Les ordena. Ellos se miran entre si. El hombre les grita de nuevo la orden, los agentes obedecen. —Es un infectado, mira sus ojos—dice Karl. —Mientes—responde el hombre. —No, puedes verlo tú mismo, salvé tu vida— responde Karl. El hombre grita llamando a alguien, al instante entra un joven tembloroso y se pone pálido de inmediato al ver la escena. —Oye Fred, revisa sus ojos—ordena señalando el cadáver. —Pero padre, ¿por qué tengo que..? —Ahora fred—le ordena de nuevo con firmeza. El joven camina hasta el cadáver y se inclina, muerde sus labios pálidos y acerca su temblorosa mano, entonces abre uno de sus ojos levantando su parpado, y los cierra de inmediato dejándose caer hacia atrás. Karl mira al hombre que lo apunta. Este baja la escopeta y los hombres recogen sus armas. —Esto está mal, ¿por qué habría un infectado aquí?—Entonces se oyen gritos afuera del lugar. Todos corren hasta allí para ver que pasa. Entonces una mujer está subida de otra clavando sus dientes en sus brazos con fiereza. La mujer grita mientras intenta quitarsela de encima. De pronto un impacto se oye, Jon le ha disparado haciéndola caer al piso dando gritos ensordecedores. La mujer se levanta nuevamente y corre hasta ellos, pero Jon le dispara de nuevo, esta vez logra acabar con ella. Karl corre hasta la chica herida. — Me voy a contagiar, me voy a contagiar, mis pobres hijos— llora desesperada. —No, no te puedes contagiar de ese modo, pero de seguro todos acabarán contagiados como ellos— dice mirando el cielo. —Seguramente empezaron a impregnar la zona con ese gas. ¡Deben ir a sus casas!, usar máscaras para salir— grita a todos, él y Jon corren al auto dejando caos y confusión en el lugar. —¿ Ahora que haremos Karl? —Por lo pronto usaremos máscaras , ya veremos que está sucediendo,Deben haber impregnado alguna zona cercana con el gas— Jon asiente y respira hondo. Algunos autos que vienen en sentido contrario vienen a una velocidad excesiva, Jon los observa pasar y mira hacia atrás viéndolos pasar de largo, luego mira a Karl. Intenta no preocuparse demasiado pero mantiene su mano en su arma, disparará a lo que sea que tenga ojos rojos y corra hacia ellos. —Revisa el mapa Jon, cualquier pueblo cercano a la zona sur sería bueno para descansar— Jon abre la guantera y toma un mapa. —Está un pueblo, Lorenzo , pero estamos a cinco horas de allí. —Debemos recargar gasolina y parar por algo de comida— dice Karl. Media hora de carretera más adelante y Jon alerta a Karl. —Para, para— dice viendo venir a una niña correr por la orilla de la carretera, se ve muy asustada y llora desesperadamente. Karl frena esperando ver qué pasa y nota unos 50 metros tras ella venir corriendo una mujer que grita a voz en cuello Karl supone que es una infectada entonces se detiene justo al lado de la pequeña, que trae una pequeña muñeca de trapo. —Hola linda...¿ Conoces a esa mujer que te sigue? —Si, es mamá, atacó a papá, quiere atacarme ¡trae un cuchillo!—dice llorando muy asustada. —¿Dónde estuviste antes? ¿Con ella?— vuelve a preguntar Karl. —Si, si, se sintió mal luego del desayuno— la mujer se acerca mucho más. —¿Saliste de casa con tu madre últimamente?—sigue preguntando y Jon se desespera. —Oye, ¿que haces? Déjala subir ya. —Si, ayer fuimos al parque, mamá se asustó venían muchos helicópteros , ¡mamá se enfermó poco después!, Por favor ayúdeme, es mala ¡me quiere lastimar!—dice, su madre está a unos 30 metros. —Lo siento linda, Pero debo seguir —dice Karl y pone en marcha el vehículo, la niña vuelve a correr dando gritos y soltando su muñeca. —Oye, oye, ¿que haces, Karl?— Pregunta Jon abriendo la puerta del auto , se baja y corre hasta la niña, desea salvarla de su verduga. —¡Espera Jon!, es inútil, está contagiada—grita Karl deteniendo de inmediato la marcha. La mujer que persigue a la pequeña grita enloquecida y ahora corre hacia Jon, Karl sale del auto, toma su arma y le dispara, Jon la mira caer y respira hondo, entonces la niña intenta cruzar el carril y es arrollada por un auto, Jon corre hasta ella, intenta ayudarla , pero la niña está muerta. Jon queda en shock, cierra su puño con fuerza, Karl cierra sus ojos con mucha impotencia, sabía que no podía hacer nada por la niña, moriría de todos modos horas más tarde y sería un riesgo innecesario subirla al auto. Entonces karl mira la carretera por dónde venía la mujer y mira algunas personas corriendo hacia ellos. —¡JON!— le llama Karl. Este no se mueve. Karl lo llama más fuerte y no voltea ni siquiera a mirarlo. Karl corre hasta él y lo levanta de prisa tomándolo de un brazo, Jon jala su brazo esquivo. —Son muchos Jon, sube al auto, ¡sube!— le grita. Este mira a las personas que vienen corriendo y dando gritos , entonces respira hondo, y se sacude de Karl muy indignado luego camina al auto de prisa. Sabe que ya no hay nada que hacer por la pequeña. Karl enciende el vehículo y da un giro, introduciendo el auto en el bosque, dónde se ocultaran mientras idea un plan. Karl se detiene unos 200 metros bosque adentro dónde comienza a espesar la vegetación, sale del auto y da algunas vueltas con las manos sobre la cabeza. Jon se mantiene en el auto con su puño en el mentón y mirando por la ventanilla. El grupo de personas que corrían podían ser o no ser infectados, pero siguieron de largo. Karl se coloca frente a él del lado de la ventanilla, y se inclina hacia para hablarle. —Oye, oye Jon mírame, sal del auto—Jon lo mira, respira hondo y sale. Entonces se cruza de brazos frente a él. —Estaba condenada hermano, iba a morir de todas maneras, estaba infectada. —Era solo una niña, nos suplicó ayuda Karl, la dejaste ahí, botada—Jon siente su mirada cristalizar y su voz quebrarse, se resiste a dejar salir sus emociones y entonces siente ira , sus venas se tensan de la impotencia. Karl agarra aire entonces sube la manga de su camisa, mostrándole una herida aún sin terminar de curar. Jon lo mira. —¿Y?— pregunta indiferente. —Esto es una mordida Jon, de una niña, más pequeña que la que vimos hoy.. tú no la viste transformarse … yo la llevé en el auto, quise socorrerla, se veía bien, me dijo que su madre intentó atacarla... Tenía miedo Jon.. ella temblaba del miedo..— Jon lo oye atento. — Pero horas después la Vi transformarse y atacarme, dejó de ser una indefensa niña, se convirtió en uno de esos.. ella.. esa niña que vimos hoy, pudo habernos atacado , era ella o nosotros Jon.. no podemos sentir lastima, no somos los culpables sabes, no somos los malos Jon— la voz de Karl se quiebra, Jon lo mira empezando a suavizar su semblante.—Ellos, ellos, los que fabricaron ese gas son los malos, encontraré a Kira y te prometo que los desenmascaramos hermano, ellos van a pagar, pero no soy tu enemigo, son ellos, ellos, tú y yo pelearemos unidos contra ellos, ¿Me entiendes?— Jon asiente y suspira, Karl palmea su espalda y le sonríe triste. Jon le sonríe de vuelta. —Los atraparemos Karl.. lo haremos.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR