Capitulo 05

631 Palabras
Tratando de peinarse lo mejor que pudo después de haberse bañado, colocándose nuevamente una capucha grande que le prestó Teo —¿Ya éstas listo? —preguntó el rubio colándose a la habitación de invitados que ahora le pertenecía al castaño Habitación de invitados no, habitación de Aurel si Los dos se dirigieron al comedor, encontrándose al señor Kim ayudando a su esposa en la cocina, rieron en voz baja al ver como el padre de Teo hizo caer un huevo —Corazón, creo que será mejor que vayas a sentarte mientras yo termino esto El señor Kim se rindió y saludó a los dos omegas, quienes sonrieron cuando la señora Kim llevaba el desayuno —Sack porfavor trae mi bolso, no vaya ser que me olvide —pidió la omega castaña hacia su esposo, este asintió dirigiéndose a su dormitorio —Te quedó muy rico el desayuno mamá —musitó el rubio comiendo el arroz con rodajas de salchicha en medio —la verdad si señora Kim, está muy rico todo —comentó ahora el castaño bebiendo el café recién salido, hasta que su mundo se detuvo al oler con más precaución Café, maldición Terminando lo más rápido que pudo para ir a lavarse los dientes, dejando a Teo y a la señora Kim confundidos, y un alfa que bajaba con un bolso en manos —Toma, cariño La castaña lo recibió colocándolo tras su silla para traer el desayuno de su esposo, jugando con sus cabellos antes de entregárselo —¿Y Aurel? —preguntó el alfa percatándose que el mejor amigo de su hijo no estaba ahí —Fue a lavarse los dientes, pero de seguro se habrá cohibido por el olor a café —opinó el rubio bebiendo de este Tanto Lia como Sack miraron a su hijo para que siguiera contando, pero este, bueno este siguió contando —Tal parece su alfa es Stephen, y adivinen, su olor es café, la bebida favorita de Aurel Seguido a su comentario apareció un castaño mirando serio hacia su mejor amigo, negando varias veces —Yo jamás tendré un alfa —dijo por último para colgarse la mochila y despedirse de los padres de Teo Saliendo sin esperar que su mejor amigo le gritase que lo esperara, no quería que los señores Kim sintieran pena por él —Odio esto, odio todo, cada día odio todo más —exclamó ya cansado, en toda la semana su padre no había ido tan siquiera a preguntar por él, ni una llamada recibió de su familia, sabiendo que estos ya no le querían Se sentía tan mal el saber que solo por presentarse como omega las cosas habían cambiado tan drásticamente, nunca sería el orgullo de su padre como tanto lo quiso Sentándose en el primer banco que encontró, dejando su mochila a su costado Aurel de verdad odiaba ser omega, lo detestaba con todas sus fuerzas que si su omega algún día se atreviera a hablarle él mismo se encargaría de matarlo, de verdad lo haría Y tan solo esos pensamientos bastaron para que su omega de verdad no se quisiera presentar ante el castaño —Aurel... —¿por qué? ¿Por qué siempre tenía que aparecer él? — no llores porfavor ¿Llorar? Él no estaba llorando ¿por qué lloraría? Su padre ya no le quería, su vida era una mierda, si, talvez si estaba llorando a mares —Porfavor —y tan solo eso bastó para que el omega se tirara a los brazos del alfa pelinegro, rompiéndose en lágrimas Mientras este trataba de tranquilizarlo con suaves caricias en la espalda del castaño, se sentía bien tener al omega entre sus brazos pero a la vez tan mal al saber que este estaba en un momento conflictivo
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