Bittersweet Story

Tristeza.

Había pasado una semana desde que sucedió lo de mi herida, Ashton me había llevado al hospital y ahí tuvieron que hacerme unas puntadas ya que el filo del cuchillo había penetrado demasiado, y ahora me encontraba con unas feas puntadas sobre mi palma izquierda, por lo que me dijo Michael probablemente me las quiten en unos días. Que emocionante.

Mi mano estaba cubierta con una venda y cada vez que la miraba se me era inevitable no pensar en las manos de los Legos. Debería dejar de juntarme con gente rara.

Me encontraba en mi habitación tratando de ponerle atención a algún documental sobre ovnis, todo estaba oscuro y no había querido salir en lo absoluto. Podría decir que tenía depresión, pero no quería ser como las chicas Disney que dejaban de tener ese título para luego convertirse en unas depresivas.

¿Por qué divago sobre eso?

Harta, tomé el control remoto y apagué la TV, me cubrí con mis sábanas y me quedé ahí por un largo tiempo, pensando.

Un extraño sentimiento me había estado invadiendo desde el día de mi torpe accidente, era como si no pudiese estar bien si me lo proponía, todos los días sentía un raro sentimiento en mi estómago, parecido a la culpa, pero peor... era como el sentimiento de ser traicionada por alguien importante. Sí, eso era... me sentía decepcionada y triste... muy triste.

¡Diablos!

Si a él le hubiera pasado algo yo hubiese ido a verlo.

Eso solo me demostraba que todo ya estaba destruido en miles de pedazos.

Pero... fui yo quien decidí ya no hablarle. ¿Por qué me siento así?

¡Misty, no seas tonta!

Él no iba a venir a verme, ya no éramos amigos, no tenía por qué.

Pero en serio, sin importar cuantas veces me repitiera esas palabras; yo me seguía sintiendo triste.

Ese era mi problema; era patética. Si a él le hubiera pasado algo ya sea grave o no tan grave como quebrarse una uña yo hubiese ido a verlo... pero él no a mí.

Misty, ¿En qué problema estás enredada ahora?

El nombre de mi problema constaba de 4 letras. Síp, si era Luke.

***

—Estoy bien, lo juro. — le dije a Bryan por el teléfono, escuché cómo soltó un largo suspiro por el otro lado de la línea y esperé por sus palabras.

—Misty, ya sabes, si te sientes mal puedes contar conmigo. — dijo, y me sentí bien al saber que Bryan si estaba para mí... no como otras personas.

—Lo haré, Bryan. — sonreí sin importar que él no pudiese verme y lo escuché reír.

—Misty, eres la chica más genial que conozco... ahora es donde me dices gracias y te ruborizas. — no pude evitar reír por su ocurrencia y estar agradecida por lo que no podía verme porque la verdad era que me había ruborizado.

—Gracias, Bryan... Eres muy amable por decir aquello. — dije y él rió.

—Linda, tengo que irme, estamos en contacto. ¿Okay?

—Okay. — respondí para después decir adiós y colgar.

Dejé mi teléfono en la cama y pensé si quedarme más tiempo acostada sería buena idea, pero con ello no iba a hacer nada así que cogí mis converse y una chaqueta para dar un mini paseo.

Al salir me di cuenta que estaba nublado, que la gente era escasa en las calles y que los autos pitaban menos. Bien.

Mi cabello azul estaba recogido en una cola alta, haciendo que cada vez que diera un paso esta azotara mi cuello, el viento rozaba mi cara sin maquillaje y por un momento todos esos pequeños detalles hicieron que dejará de sentirme un poco miserable.

— ¿Misty? — escuché a mis espaldas, me detuve y giré confundida, unas chicas me sonreían con teléfonos en manos, sonreí a duras penas para no ser grosera y ellas se acercaron más.

—Hola. — Dijo una de ellas, esta traía una camisa de la mercancía nueva de 5SOS y su cabello era una mezcla de rosa y n***o.

—Hola. — saludé. Las cuatro chicas sonrieron.

—Nos preguntábamos si podrías tomarte una foto con nosotras, claro si no es molestia. — pidió una de cabello rojo.

—Oh Dios, no estoy bonita para una foto... — comencé a decir mientras me señalaba.

—Misty, eres linda, con o sin maquillaje, no creo que debas de sentirte insegura. — me dijo una de cabello n***o azabache a lo que sonreí, asentí e hice a un lado mi cola de caballo.

Después de haberme tomado una foto con cada una de ellas, la de cabello rojo me pidió que le dijera a Michael que la siguiera en Twitter... y yo que a veces lo bloqueaba porque mucho me molestaba. Ja.

— ¿Qué te pasó en la mano?

—Tuve un torpe accidente con un cuchillo, nada grave. — contesté.

—Sabes... Las chicas y yo pensamos que Luke es un tonto al dejar su amistad por una chica de cejas raras. — sonreí por las palabras de la chica de cabello rosa y n***o.

—La vida es así, las personas no saben lo que hacen hasta después... cuando ya es tarde. — suspiré y noté que todas me miraron intrigadas. — Me tengo que ir, fue gusto hablar con ustedes.

—Adiós Misty. — dijeron todas en un coro.

Seguí con mi camino y decidí que ir a un lugar poblado sería mala idea por lo que regresé a mi apartamento. Tal vez a seguir sintiendo tristeza o no.