Giuseppe le abre la puerta trasera para que ella suba primero, ya sabiendo que subiré en la plataforma elevadora. Raven se adelanta y se acomoda en el asiento trasero sin esperar ayuda. La rampa desciende y subo en mi silla. La aseguro y ajusto los cinturones de seguridad. Y cuando por fin nos ponemos en marcha hacia el teatro, dejo que el silencio nos envuelva. Pero no es un silencio incómodo. Es uno que se siente como preludio.
A mi lado, Raven gira el rostro hacia la ventana, su perfil recortado por la luz tenue de las farolas. Me doy cuenta de que no solo quiero recordar esta noche. Quiero vivirla.
POV. RAVEN.
Nunca pensé que terminaría aceptando esta invitación. Y, sin embargo, aquí estoy. Sentada junto a Nicoló en el asiento trasero de la camioneta que nos conduce al teatro, con e
