Todo fue divertidísimo y, lo mejor de todo, no me sentí culpable por ceder mi virtud a un hombre. Al fin y al cabo, una violación es violación, y no es mi culpa, así que me largué sin problema.
Fue una experiencia muy estimulante. Cada vez que John conducía a casa, parecía dejar un poco más de emoción. Nunca imaginé que la emoción pudiera acumularse de esta manera. Empezó agradable, se volvió fantástica y luego se volvió indescriptible. No sabía qué vendría después, pero lo ansiaba.
Resultó que lo siguiente fue que John se puso rígido de repente y convirtió su polla en un martillo neumático/manguera desbocado. De repente, se adentró frenéticamente en mí y eyaculó profundamente dentro de mí, y mi indescriptible simplemente explotó a mi alrededor.
Supongo que lo que me pasó fue que llegué al clímax y al orgasmo, pero no estaba en condiciones de analizarlo con calma. Solo podía vivirlo, aunque en ese momento pensé que me moría.
Cuando por fin me recuperé, John estaba de pie junto a la cama, mirándome. Abrió la boca para hablar, pero me le adelanté.
Levanté una mano.
—No —dije bruscamente—. No digas ni una palabra. Ninguna disculpa sería aceptable. Acabo de pasar por una experiencia horrible y preferiría que te fueras tranquilamente para poder dormir un poco.
Le hice un gesto con la mano para indicarle que se fuera. Me miró raro y se fue, cerrando la puerta.
Me acosté, sonriendo con suficiencia y radiante. Fue un caso de ¡guau!, así que eso fue sexo. Sensacional. Me desnudé y me fui al baño a limpiarme. Estaba sudando y cubierta de todo tipo de fluidos pegajosos. Regresé a mi habitación. John estaba de pie en la puerta del dormitorio principal, pero yo simplemente pasé de largo con la nariz en alto.
¿Te creerías que se rió de mí? Muy quedito, pero sin duda, se rió. No fue hasta que me metí en la cama que entendí el chiste. Me había desnudado en mi habitación. Cuando volví del baño a mi habitación, estaba completamente desnudo, presumiendo todo. Supongo que no se puede ser muy altanero estando desnudo.
Pero necesito ese libro sobre el protocolo en casos de violación. ¿Qué le digo por la mañana? ¿Debería evitarlo? ¿Fingir que no pasó? ¿Violarlo por venganza? Esto último me pareció tentador.
•°•°•°•°•°•
Para Melanie, solo iba a ser otro trabajo de niñera. Uno de sus últimos, porque a los dieciocho años se consideraba demasiado mayor para ese tipo de cosas. Sí, la paga le había venido bien de joven, pero ahora tenía un trabajo de verdad y el cuidado le robaba tiempo libre. Aun así, los Briggs eran viejos clientes, así que había accedido a cuidarlos una última vez.
Heather y Bram eran una pareja muy agradable, aún veinteañeros, con solo una niña pequeña. Jeanette era una niña dulce y muy fácil de cuidar.
Era una noche bastante calurosa y Melanie se había vestido acorde con el estilo, con una blusa bonita y una falda ligera. Llevó una chaqueta por si acaso, pero no esperaba necesitarla. El conjunto que llevaba le sentaba bien y la hacía lucir bien. Tener que ponerse la chaqueta le restaría valor al conjunto, lo cual sería irritante. A una chica le gusta lucir lo mejor posible.
Si a Melanie le hubieran dicho que le gustaba lucirse porque estaba un poco enamorada de Bram, se habría ofendido muchísimo. Sí, le gustaba, pero también le gustaba Heather. Como si fuera a perseguir a un hombre casado. Eso fue un fracaso desde el principio.
Melanie llegó puntual y poco después de que Bram y Heather se marcharan. Jeanette y Melanie se entretuvieron jugando con sus muñecas hasta que Jeanette se durmió. Con Jeanette en la cama y dormida, Melanie tuvo que buscarse sus propias diversiones durante unas horas.
Un par de horas después, Melanie estaba cambiando de canal buscando algo, lo que fuera, que valiera la pena ver. Al cambiar de canal, se encontró viendo una película que estaba casi segura de que era pornográfica y rápidamente cambió al siguiente. Unos minutos después, aburrida, volvió a cambiar para ver si la película seguía en emisión.
Lo era, y, sintiéndose un poco decadente y malvada, Melanie empezó a verlo. Decidió que podía considerarlo educativo. Nunca se sabe qué se puede aprender. Empezó a imitar algunos trucos de la actriz principal, riendo entre dientes. El tiempo pasó sin que Melanie se diera cuenta. Estaba recostada, frotándose distraídamente, cuando se quedó dormida.
Bram y Heather volvieron a casa. El televisor estaba encendido en la sala, pero la luz estaba apagada. Heather vio el canal que estaban viendo y arqueó las cejas sorprendida. El sonido estaba apagado, pero Heather oyó un leve ronquido y supuso, con razón, que Melanie se había quedado dormida viendo la televisión. Simplemente le sorprendió haber estado viendo ese canal.
-Será mejor que vaya a despertar a Melanie, - le dijo a Bram. - Con lo que dicen en la tele, podría avergonzarse un poco si lo haces. -
Bram miró hacia el televisor, levantó las cejas y sonrió.
-Buena idea. - asintió. - No se atrevería a mirarme nunca más si la despertara y eso estuviera pasando detrás de mí.-
Heather entró tranquilamente en la sala, encendiendo la luz al hacerlo. Tomó el control remoto y apagó el televisor. Luego se giró para mirar a Melanie y arqueó las cejas con sorpresa e interés. Sin tocar a Melanie, salió de la sala para ir a buscar a Bram.
-Escucha, cariño, ¿por qué no vas a ver a Melanie y me dices qué piensas?-
Bram la miró pensativo, asintió y, a su vez, entró en la sala. Miró pensativo a Melanie.
Melanie estaba tumbada boca arriba en el sofá, profundamente dormida. Llevaba la blusa desabrochada y el sostén subido, dejando al descubierto sus pechos. Al mismo tiempo, la falda de su vestido estaba subida casi hasta la cintura y las bragas bajadas hasta la mitad de las rodillas, dejándola algo expuesta. Tenía una mano sobre el pecho, justo debajo de los senos, y la otra sobre el muslo.
Bram regresó a donde estaba Heather.
-Parece totalmente abandonada, ¿verdad?. - observó. - Como si hubiera estado entreteniendo a alguien y la hubieran dejado así después de que él se fuera. Ah, ¿no crees que tenía alguna amiga aquí?-
Heather negó con la cabeza. - No, no haría eso.- dijo. - Sospecho que solo se emocionó un poco con lo que vio en la tele y se estaba retocando un poco. Es bastante inofensivo, pero se va a sentir fatal cuando la despertemos. -
-Hmm. Supongo que no podríamos arreglarle la ropa antes de despertarla, ¿no?-
Ni hablar. Probablemente podrías subirle la blusa y bajarle la falda, pero si intentas meterle los pechos dentro del sostén, se despertará en un instante. Parece que tiene pechos de sobra. Tendrás el mismo problema con las bragas. Si intentas subírselas, se despertará cuando intentes meterlas bajo su trasero. Podrías quitárselas más fácilmente.
—Mmm... Bueno, supongo que será mejor ahorrarle un poco de vergüenza estando en otro lugar mientras la despiertas —dijo Bram con una sonrisa.
-Sí, supongo que sí. - dijo Heather pensativa. - ¿Tienes idea de cuántos años tiene?-
-Eh, dieciocho, creo. - dijo Bram. - Sí, dieciocho. Recuerdo que le compramos una tarjeta de su decimoctavo cumpleaños hace unos meses. -
-Eso es lo que pensé. Te apuesto cinco a que no puedes terminar de quitarle las bragas sin despertarla. -
-¿Qué? ¿Estás loco?-
-No, curiosa. - dijo Heather con una risita. - O sea, ¿qué importa? Es mayor de edad y no es que vayas a revelar algo que no deberías. Ya está todo a la vista. -
-Te toca cinco, pero quiero que estés a mi lado. Si se despierta mientras lo estoy haciendo, es probable que grite y me dé una bofetada. -
-Ah, ¿acaso el hombre grande necesita protección de la niña pequeña?-
Claro que sí. La vi levantar a Jeanette y vomitarla. Esa niña tiene mucha fuerza. Podría romperme la mandíbula de una bofetada bien fuerte.
Bram se acercó y observó a Melanie un momento. Debería ser bastante sencillo, decidió. Se agachó y empezó a bajarle las bragas por las piernas. Tuvo bastante cuidado hasta que las tuvo más allá de las rodillas y, después, fue fácil bajarlas hasta el final. Tuvo que levantarle los pies ligeramente para que pasaran por encima de los talones, pero, salvo un murmullo inquieto, Melanie siguió durmiendo. Él se apartó, con las bragas colgando de un dedo, mientras extendía la otra mano exigiendo sus cinco.
—Será mejor que la despiertes —sugirió Bram—. Ah, ¿cómo explicamos que no llevara bragas?
No lo sabemos. No sabemos nada al respecto. Nos impactó verla así. ¿Es que no tiene vergüenza?
Bram se rió. - Un poco cruel, ¿no crees?-
Bueno, tienes que admitir que fue una tontería que la pillaran medio desnuda en casa de otra persona. Podría haber pasado cualquier cosa. Quizás debería haberle hecho algo como advertencia. Sí, es una idea. Despiértala. Hazlo frotándole el coño a ver qué pasa.
-¿Hablas en serio?-
—Perfecto. Sospecho que aún es virgen y despertarse con la mano de un hombre en un punto tan sensible será una lección de salvación para ella.
Bram sonrió. Extendió la mano y la acarició por la parte interior del muslo de Melanie, sin apresurarse, sino con firmeza, hacia esa sensible unión entre sus piernas. La rodeó con la mano y la frotó con suavidad.
—Hay un pequeño problema, cariño —murmuró.
-¿Qué es eso?- preguntó Heather.
-Ella no se despierta y se frota contra mi mano. - señaló Bram divertido.
-Maldita sea.-murmuró Heather. Se agachó, puso las manos sobre los pechos de Melanie y empezó a frotarlos, viéndolos responder a su tacto. Melanie por fin parecía estar despertando.
-Deja la mano ahí. - le dijo Heather a Bram, empezando a acariciar la mejilla de Melanie. - Despierta, despierta. - canturreó suavemente. - Es hora de levantarse y brillar. -
Melanie se despertó y miró a Heather con ojos somnolientos.
—Oh, Heather, ya estás en casa —murmuró.
-Ajá. - dijo Heather, retrocediendo un poco y esperando.
Melanie se dio cuenta de que las cosas no iban como debían. Miró sobresaltada a su déshabillé y luego, conmocionada, a Bram, sentado en el borde del sofá, acariciándole el coño con la mano.
-¿Qué haces? ¿Por qué me quitaste la ropa?-
-Nosotras no, cariño. - contradijo Heather. - Estabas vestida, o mejor dicho, desvestida, así cuando llegamos a casa. Me atrevo a sugerir que el programa que estaban en la tele podría dar una pista de por qué. -
El rostro de Melanie se encendió al recordar la película subida de tono que había estado viendo. Entonces se indignó. Eso no explicaba que Bram la tocara así.
-Ah, tu mano. - le dijo intencionadamente a Bram.
-Solo está protegiendo tu pudor. - dijo Heather. - Le dije que probablemente eres virgen y que te daría vergüenza despertar presumiendo así. -
-Solo tenía que bajarme la falda. - señaló Melanie, prestando atención a ese pequeño detalle. - Ya puedes mover la mano, Bram- añadió.