Se oye hablar de personas agredidas, pero siempre se piensa que no te va a pasar a ti. No te pondrías en una situación así. Debieron haber hecho algo que provocó la agresión: incitaron al hombre, se vistieron provocativamente, estuvieron en el lugar equivocado en el momento equivocado. Tendemos inconscientemente a culpar a la víctima. Al fin y al cabo, no nos pasaría a nosotros, ¿verdad? Resultó que así sería, y en circunstancias que todavía me resultan un poco impactantes. Empecé a cuidar niños a los dieciséis años y llevo casi cuatro años haciéndolo. Incluso siendo menor de edad, aprendí a tener cuidado con los maridos, hermanos y novios de las mujeres que cuidaba. A muchas no les importaban los límites de edad y eran indiscretas, pero yo aprendí a evitarlas. Después de cumplir la ma

