Las chicas miraron horrorizadas aquel sujeto con mirada maliciosa y sonrisa burlona en los labios. — ¿No dirás nada? Pregunta. Ellas no responden, solo tiemblan ante la Pregunta —¡Ya veo! Estás muda por la emoción de verme ¿No es así? ¡Eso me gusta! Dice, metiéndose las manos en los bolsillos. —¿Qué quiere? Pregunto Amanda con la voz rota. Pero Aurora sabía bien lo que quería… —De ti, nada… es a ella quien quiero. Señala con el dedo a Aurora. Ella lo sabía, ese rostro le resultó familiar desde el primer momento que lo vio cruzar esa puerta. Su situación había empeorado más de la cuenta, ahora sí deseo no haber salido de casa de Demian. Lágrimas brotaban de sus ojos para terminar de deslizarse por sus mejillas, mientras apretaba la mano de Amanda. —¡Oh! Ya veo que te acuerdas de mí. S

