—La deje a tu cuido Daniels. Soltó el mafioso no más al verlo.
—Fue por la noche, cuando todos dormíamos.
—¡Maldición! Eres un bueno para nada, si le pasa algo tu pagaras las consecuencias joder. Mascullo furioso.
—Se quien se la llevo.
Demian lo miro con expresión de sorpresa y a la vez ansioso por saber a quién le volaría los sesos.
—¿Quién? Dime, con un demonio.
—George.
—¡¿Qué?! El maldito viejo George. ¡Oh no, mierda!
—Sí, ese mismo.
George, era un cliente de Demian a quien nada más y nada menos debía entregarle la encomienda que le había encargado y ese encargo era (Amanda) no Aurora. Se habían equivocado de chica otra vez.
—¿Cómo supo que ella estaba aquí?
—No lo sé, pero se han llevado a la chica equivocada… de nuevo.
Amanda lloraba en silencio, por su causa Aurora esta
