Daniels salía del bar aproximándose hasta su coche que se encontraba aparcado en frente. Accionó la alarma de su auto para luego montarse en él y arrancar de golpe. A una distancia prudente un coche espiaba cada movimiento del rubio desde que entró hasta que abandonó el bar, una mirada fiera de ojos plateados lo observaba detenidamente hasta que desapareció dentro de su vehículo. La mujer dio la orden de seguir el carro mientras que en sus labios surcaban una sonrisa maliciosa y juguetona. El Jeep n***o al que seguían aceleraba con cada minuto. —Creo que se dio cuenta. Dice la voz del conductor. —¡No lo pierdas! Ordena la mujer. El pequeño vehículo oscuro aceleró para ir detrás del Jeep del rubio, pero había sido en vano el coche de Daniels desapareció a unas cuadras más adelante deja

