Ella termina por coser la herida y luego venda, tira todo al fuego para que se quemara y seguido de eso observa a Jhon. Se le notaba cansado y todo sucio, se preguntó que pudo estar haciendo que se demoró toda la noche afuera. —No preguntes que fue lo que hice, ¿de acuerdo? —parecía que leía sus pensamientos. —necesitas un baño, vamos. Ella lo ayuda a ponerse en pie y lo encamina hasta el cuarto de baño donde lo estaba esperando la tina llena de agua. —Ya debe de estar fría, espere por ti desde hace mucho, pero nunca llegaste. —Me hará bien. —Ardes en fiebre, esto es una locura lo que haces. Lucila lo despoja de su roja, pero al llegar a la parte de los pantalones, ella eleva la mirada y conecta con la de él. Traga saliva y recuerda muchas cosas que no debía de estar rememorando en

