Cuando llegué a casa llamé un taxi para la niñera y se marchó.
Me metí a la ducha, pasé mis dedos por mis labios y volví a recordar el calor de los besos de luca. Dormí relajado y con el aroma del omega en mi memoria.
Durante la mañana desperté para alimentar al bebé, lo llevé conmigo a la cama y se volvió a dormir. Aunque no tenía idea de bebés, se siente bien estar siempre activo y acompañado.
Le envié un mensaje a la niñera diciéndole que no era necesario que viniera el día de hoy ya que tenía algunos compromisos pero se le remunerada el día igual.
Eran menos de las diez de la mañana, así que puse una alarma y dormí un par de horas más. Tenía que estar cerca de las 4 para cenar con la familia de luca por la celebración de su cumpleaños.
Cuando volví a despertar, el pequeño juga
