Capitulo 1

1394 Palabras
Abrí mis ojos al escuchar como la estúpida alarma sonaba insistentemente, la apagué rápidamente, ¿Por qué mierda no había apagado la alarma la noche anterior? Suspire, genial, ahora me había levantado un domingo a las 6 AM, a la próxima me aseguraría de apagarla. Intente volver a dormir, sin embargo, no lo logre ¿Qué se supone que haría un domingo a las 6? Suspire y tome mi celular para entrar a i********:, comencé a pasar mi feed mirando las publicaciones de las demás personas, de pronto una de ellas llamo mi atención, Eros había publicado una nueva foto. Entre a su perfil, suspire, definitivamente era uno de los chicos más guapo que había conocido, acaricie la pantalla del celular, lo extrañaba, aunque Eros y yo éramos los mejores amigos, no siempre estábamos junto; desde que habíamos entrado a preparatoria Eros y yo nos habíamos comenzado a separar, durante nuestra infancia habíamos sido inseparables, íbamos juntos a todos lados, nos apoyábamos cada que alguien nos molestaba. Al final, Eros se había vuelto demasiado guapo, llamando la atención de las chicas y la admiración de los chicos, mientras que yo... bueno... yo, a mí me seguían molestando de vez en cuando; digamos que mi problema de habla había durado más tiempo de lo deseado, desencadenado miles de burlas y acoso. Sin embargo, a diferencia de cuando era pequeña, no lo hacían con frecuencia y solo eran unos cuantos idiotas. Definitivamente, las cosas habían cambiado demasiado, sin embargo, no estaba del todo molesta con los cambios, de hecho, de alguna manera era lo mejor para mi corazón, no ver a Eros todos los días, era lo más sano para mí. Desgraciadamente, estaba enamorada de Eros, y digo por desgracia, porque definitivamente no era un amor correspondido, él únicamente me veía como su mejor amiga y nada más, por esto y por otras razones era mejor estar alejada de él, no quería seguir enamorada de él; me sentía mal porque se supone que era su mejor amiga, no debía verlo con otros ojos. Otra de las razones era porque Eros era todo un don juan, por lo general siempre me presentaba una nueva novia cada dos semanas o simplemente frecuentemente lo veía con una chica besándose por todos lados, esto era un gran golpe para mí. Salí de su perfil, debería de dejar de pensar en él, hoy solo debía relajarme, fui a t****k a ver video, literalmente podía pasar miles de horas viendo videos... Mire la hora en el reloj, realmente tenía hambre, eran las 12 Pm, no podía creer que toda la mañana me la había pasado viendo videos en t****k, me levante y fui a la cocina a hacer el desayuno; mi madre había salido por un viaje de trabajo, si todo salía bien regresaría dentro de dos semanas. Mientras preparaba el desayuno, escuché el timbre de la puerta, ser tocado insistentemente, rodé los ojos, al parecer Eros se había dignado a visitarme después de tres días sin hablar. Abrí la puerta mirándolo mal, este me dio una sonrisa, intentando parecer tierno. —Entra ya — dije y comencé a caminar, no quería que se me quemara el desayuno —¿Quieres comer algo? — pregunté. —No, gracias — hablo, lo miré de arriba abajo, se veía ansioso, definitivamente lo conocía lo suficientemente bien como para saber que necesitaba pedirme un favor. —Emily, ¿Sabes que te quiero mucho? —Definitivamente necesitaba un favor. —Si Eros, lo sé, ¿Qué necesitas esta vez? —¿Puedes ir esta noche a la fiesta de Ría? — Conté hasta 10 mentalmente, definitivamente no iría, Ría era la nueva novia de Eros, llevaban tres semanas saliendo, lo cual definitivamente era todo un récord para él, uno podría pensar que finalmente este había sentado cabeza, sin embargo, era todo lo contrario. Ría y Eros básicamente eran como dos gotas de agua en cuanto a personalidad, los dos definitivamente eran un par de ninfómanas, y digamos que la monogamia no era su mejor fuerte, así que aunque fueran novios, se la pasaban engañándose, lo cual era perfecto para los dos. No asistía a su fiesta, no porque fuera la novia del chico que me gusta, definitivamente no era ese tipo de persona, no iría porque Ría era una de las personas que más me molestaba, al parecer ella era pésima olvidando; lo digo porque al parecer ella parecía no querer olvidad que hasta hace un par de años, siempre tartamudeaba, aún sigo sin entender por qué esto era motivo de burla, pero al parecer a ellos le causaba gracia, por esto decía que eran unos brutos. —No. —¿Pero por qué? — Lo mire— aún no entiendo por qué te cae tan mal, ¿Qué te ha hecho? — Puede que Eros no supiera que aún me seguían molestando y que su novia lo hacía. —Vamos Emy, siempre te quedas en casa, hace tanto que no sales conmigo, extraño estar contigo — dijo acercándose a mí y abrazándome, su perfume llego directamente a mis fosas nasales. —¿Y si más bien en la tarde vamos por un helado? — dije esperanzada de no tener que ir a esa fiesta. —Sabes que odio el helado. —Eres un mal mentiroso. — Lo escuché reír. —Lo siento, en fin, vamos por favor, no quiero estar solo, además necesito que me ayudes en la sorpresa que le tengo a Ría — Mi corazón se oprimo—, además, no tienes nada mejor que hacer — Auch, me solté de sus brazos, mordí mi labio, a veces Eros podía ser un poco bruto... quería demostrarle que no era tan asocial como él creía. —De hecho, si tengo algo que hacer — dije mirándole con una sonrisa. —No me digas, iras a cine o algo así, puedes ver esa película después — Negué, era verdad que, si tenía planeado ir a cine, pero sabía que esa excusa no lo iba a detener. —tengo una cita —dije terminando de servir el desayuno, vi como Eros dejaba de respirar. —¿Qué? —Tengo una ci-ta — dije y Eros rio. —Es una buena broma Emy. —No es una broma Eros, tengo una cita. —¿Has conocido una amiga? —Rodeé mis ojos. —Cuando sales en una cita, sales con un chico — Lo vi comenzar a negar. —Tú no conoces a ningún chico. —Claro que lo hago, sabes, últimamente no hablamos mucho. — Me encogí de hombros, este me miro con arrepentimiento —. Fue hace un mes cuando fui a ver una película, allí lo conocí — Eros me miró fijamente, se veía incómodo. —¿Y no me lo habías dicho? — Me encogí de hombros. —No era necesario. —Pero... Soy tu mejor amigo. —Lo eres, pero no lo creí necesario. —Vale... y como es él —Se sentó en frente mío, comencé a comer mi desayuno. —Es un chico lindo, muy amable, un poco tonto algunas veces, pero me agrada mucho —dije, Eros se mordió el labio. —¿Lindo? —Asentí. —yo soy lindo. — Reí. —Lo eres— dije y este me miro contento. —¿Cómo se llama? —¡Mierda! ¿Qué le decía? —Jean. —dije rápidamente recordando ver ese nombre en algún lado. —Tiene nombre de idiota —exclamo, lo mire impresionada, por lo general Eros era bastante amigable, no había muchas personas que le cayeran mal. —¡Hey! Aún no lo conoces, si lo conocieras te gustaría también. —¿Te gusta? — dijo alarmado. —Puede que si — dije y lo vi mirar hacia la nada, parecía preocupado. —Emily, no crees que no deberías salir con gente que apenas conoces, estarías mejor yendo conmigo a la fiesta. —No opino de esta manera, saldré con él. —dije y zanje es tema. Eros siguió conmigo todo el día, vimos películas, cocinamos y demás; sin embargo, este no había desistido en su posición, este quería evitar que yo saliera con mi "cita" no entendía por qué lo causaba tanto conflicto que saliera con un chico. Al final de día, Eros decidió quedarse a dormir, definitivamente esto era demasiado para mi corazón.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR