Berenice le había dejado en la habitación solo, para que descansara, luego de darle su número de teléfono y pedirle encarecidamente que solo le hablara en caso de una emergencia, estableciendo así su límite. Pero también le había pedido que pusiera mucho esfuerzo en mejorarse si quería salir con sus hijos, porque en su estado no se los prestaría ni para que vieran la televisión en su habitación, pues ser padre de tres no era nada fácil, según ella.
Aun así, con todo y que ella aseguró que no iría a ningún lado, pues según lo que había dicho ella no estaba dispuesta a cambiar su vida por él, Antuán no logró dormir a gusto. Estaba sobreexcitado, todos sus sentidos estaban hiper alerta y su corazón seguía bombeando como loco, retumbando en todo su cuerpo al grado de que sentía como su cuerp
