—Dijiste que hiciera algo —excusó Antuán al ver la expresión molesta de Berenice.
—Si —concedió la chica, sin poder dar crédito a lo que veía—, pero no me refería a que la trajeras a mi casa. ¿Por qué la traes contigo?
—Dijiste que la querías.
—No, Antuán, no lo dije. Lo que yo quería era que te interesaras en ella, no que me la trajeras a mi casa. A ver, dime, ¿para qué la quiero yo? Yo ya tengo tres hijos tuyos, no necesito otra... Espera un segundo, ¿cómo es que la traes contigo? ¿te la robaste?
—No, claro que no. Mi mamá me dio permitió traerla.
—¿Y para qué la trajiste? —insistió Berenice en su pregunta luego de descartar lo peor en esa situación—. Esto es ridículo. ¿Qué es lo que sigue? ¿Que Rebeca venga a vivir con nosotros? Menos mal tu cama es kings size, porque los tres n
